No cabe duda duda que la toma de Afganistán por parte de los talibanes significará un grave descenso de los derechos humanos de las mujeres en ese país. Esto debido a que la agrupación impone severas restricciones hacia ellas, basándose en las normas más duras de la Ley Islámica.
Si bien los insurgentes han intentado dar muestras de moderación y mayor apertura en sus primeros días en el poder, la población ve el futuro con bastante incertidumbre y miedo.
Producto de aquello, muchas mujeres en ese país han retomado la utilización del burka para salir a la calle. Aquel es un tipo de ropa, compuesta por túnicas y un velo, que tapa por completo su cuerpo y rostro, ya que en la zona de los ojos existe una especie de ‘rejilla’ hecha a través de telas.
Lo cierto es que esta situación viene aparejada de una inesperada polémica, ya que medios internacionales han informado que el precio del burka ha incrementado considerablemente su valor.
En algunas zonas de Kabul se ha informado que el atuendo ha duplicado su precio, mientras que en zonas rurales este se ha incrementado hasta en cinco veces.
De acuerdo a lo que indica el medio español ABC, esto tiene relación con el aumento en su demanda, que por estos días estaría superando con creces a la oferta.
Si bien los talibanes aún no han impuesto el uso de burka a la población femenina, las mujeres han optado por esto para sentirse algo más protegidas y evitar correr riesgos en las grandes ciudades, precisan periodistas en aquel país.
En una conferencia de prensa el portavoz del movimiento integrista, Zabihullah Mujahid, indicó que velarán por un trato justo hacia las mujeres en este periodo, aunque en el contexto de la “sharía” (base del derecho islámico).
“Van a trabajar hombro con hombro con nosotros. No habrá discriminación”, expuso.
No obstante, han existido denuncias de mujeres que habrían sido despedidas de puestos de trabajo en la televisión afgana, mientras que en varias zonas se han retirado letreros con publicidad dirigida a mujeres.
