No cabe duda que la pandemia no ha dado “tregua” en casi un año y medio en Chile. Actualmente nuestro país se encuentra en uno de sus momentos más complicados, con cerca de un 98% de ocupación de camas UCI y con la incertidumbre que genera un hipotético nuevo gran confinamiento.

En este sentido, durante varios meses organismos sociales y entes colegiados han criticado al gobierno, específicamente al Ministerio de Salud, respecto a su estrategia de comunicación de riesgo, asegurando que no es del todo efectiva.

No obstante, otros puntos que igualmente han afectado las valiosas “señales” hacia la población han sido las actitudes polémicas en las que han caído algunas personas que ostentan fama a nivel nacional.

Están los casos de los cantantes Camila Gallardo, Kidd Tetoon y Camilo Castaldi, detenidos en fiestas clandestinas, o el ‘trapero’ Pablo Chill-e, quien incluso organizó conciertos en algunas comunas de Santiago y tachó la crisis sanitaria como una “Plandemia”.

Últimamente, decenas de personas se sorprendieron con las opciones que una influencer chilena llamada Catalina Vallejos expresó como argumento para no vacunarse, asegurando que “podía defenderse por sí misma”, en caso de volver a contraer el virus.

Asimismo, el pasado fin de semana el doctor Rodolfo Neira también generó debate al publicar un video donde hablaba del falso poder magnético de la vacuna, mostrando dos ejemplos bastante cuestionables.

Estos últimos dos ejemplos fueron profundamente criticados durante los últimos días, tratándose de opiniones que sólo ponían más trabas para avanzar con el proceso de vacunación en Chile, el cual ha sido exitoso, pero necesita de un mayor número de vacunados.

Dichos irresponsables

En declaración a BioBioChile el médico Marco Antonio Núñez, Doctor en Salud Pública y Docente de la Universidad Finis Terrae, sostuvo que los dichos de Vallejos carecen de una base científica y son reflejo de una preocupante irresponsabilidad.

“Son opiniones bastante irresponsables, teniendo en cuenta que son jóvenes que pueden influir en la opinión de millones de personas con sus dichos, teniendo en cuenta además la situación delicada que se esta viviendo, en la cual la vacunación de es sumamente necesaria”, sostuvo.

“Refleja ignorancia porque las vacunas han sido probadas y recibieron autorizaciones sanitarias de entes colegiados mucho antes de comenzar el proceso. Entonces también carece de una base científica para suponer que no se puede vacunar con algo tan nuevo”, agregó.

Asimismo, el profesional dejó en claro la necesidad de que los recuperados de COVID-19 deban acunarse contra la enfermedad, ya que no existe certeza respecto a cuánto dura esa inmunidad, a lo que se suma la amenaza de las nuevas cepas.

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“Hay estudios que indican que no hay claridad respecto a cuánto dura la inmunidad de las personas que ya han tenido coronavirus, a lo que se suma que existe posibilidad de reinfección por nuevas cepas. Entonces, siempre los expertos han dicho que todos tienen que vacunarse, incluidas las personas que hayan estado enfermas”, concluyó.

Influencia directa

La situación de los influencers que han generado polémica en los últimos meses también fue analizada por el sociólogo Rodrigo Torres, Investigador del Centro de Investigación en Ciencias Sociales y Juventud (CISJU) de la Universidad Católica Silva Henríquez, quien sostuvo a BioBioChile que la responsabilidad de famosos y comunicadores es alta en este aspecto.

“Los famosos siempre han influenciado las acciones de los jóvenes, particularmente los adolescentes, ya que por su edad se encuentran en un proceso que definen sus gustos. Muchas veces también influyen estos famosos en los elementos que los jóvenes definen su comportamiento y relación con sus amigos, esto tradicionalmente ha sido así en la cultura occidental”, expuso.

“Lo que ocurre ahora es que las redes sociales han adelantado este proceso, por ejemplo, ahora con estas redes es posible seguir a estos famosos, su personalidad y vida privada, en tiempo real. Asimismo, generan facilidad para que emerjan nuevas figuras, que influyen en los comportamientos, hábitos de consumo, percepción del mundo o autopercepción”, agregó.

Por otro lado, el experto sostuvo que la fama no siempre se relaciona de forma directa con la responsabilidad social que deben asumir estas personas, aunque las redes sociales sí ayudan a moderar de alguna forma.

“Hay que partir de la base de que ser famoso no siempre se relaciona con una responsabilidad más alta en su comportamiento. En la historia ha habido ejemplos, como Charles Manson en Estados Unidos o Aleister Crowley en Inglaterra, quienes durante el siglo XX alcanzaron gran notoriedad y fueron ícono para ciertos grupos juveniles, pese a ser personas asociadas a crímenes”, sostuvo.

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“En la actualidad la misma lógica de las redes sociales produce que las personalidad conocidas regulen sus comportamientos. Esto se debe a dos cosas, por una parte la mayoría están sujetos a las normas de comportamiento que las plataformas hacen que sean firmadas, entonces dependen de eso, y por otra parte la misma comunidad puede también regular, porque juzga su comportamiento y en caso de no considerarlo válido los denuncian”, cerró.

Comunicación de riesgo

Una opinión similar tiene Rommel Piña, director de la Escuela de Periodismo de la Universidad Finis Terrae, quien refuerza la idea sobre la responsabilidad social que tiene una persona llena de seguidores en internet.

“Los influencers tienen una responsabilidad enorme, no solamente con la pandemia o la crisis sanitaria, sino que en todo momento. De ahí que su forma de comunicar haya sido tan estudiada, explorada y a la vez analizada por el impacto que tienen”, señaló

“Ellos nacen porque son personas que tienen características iguales a las nuestras, y que toman decisiones con parámetros parecidos. Por lo tanto son referentes de nuestras determinaciones y la responsabilidad que tienen sobre sus acciones, ya que al exponer su vida privada, impactan directamente en acciones que otros toman”, agregó.

Asimismo, el profesional deja en claro que su labor generalmente debe salirse de los marcos netos de lo que es la publicidad.

“Ellos no son influenciadores de una marca, lo son porque generan repercusiones, y por lo mismo esa responsabilidad social se debe tomar con criterio, altura de miras y por supuesto no todos tienen esa altura de miras”, concluyó.

Hay que señalar que el proceso de vacunación ha sido determinado como voluntario por parte de las autoridades, aunque en las últimas semanas desde el Minsal han puesto énfasis en el carácter solidario que tiene el inocularse en el contexto actual.