John Magufuli, presidente de Tanzania asegura que en su isla “no hay covid”. Por el contrario, la comunidad científica intenta dar a conocer los riesgos, pese a que las autoridades prohíben informar sobre el tema.

Mientras el mundo se encuentra paralizado por la pandemia del coronavirus, que ha dejado 2,3 millones de muertos y 107 millones de casos de contagio, este país ha tratado durante meses de convencer al resto del mundo que se había “librado” del coronavirus gracias a oraciones.

Sin embargo, en Tanzania ha aumentado el número de fallecidos, que las autoridades atribuyen a las “neumonías”.

Su presidente ha minimizado el peligro del virus desde el incio, sin impulsar ninguna medida destinada a frenar la pandemia.

En junio de 2020, Magufuli empezó a decir que las oraciones habían salvado a su país de la pandemia. “Es por ello que aquí no llevamos mascarillas. ¿Se creen que no tenemos miedo a morir? Simplemente, no hay covid“, aseguró.

Para impedir que circule información sobre el virus, la ley prohíbe la publicación de noticias sobre “enfermedades mortales o contagiosas” sin permiso oficial.

“El covid-19 mata a la gente y vemos casos pero no podemos hablar debido a la situación”, contó un médico de un hospital público de la ciudad Dar es Salaam, quien pidió el anonimato por temor a represalias.

Tanzania publicó por última vez datos oficiales de casos en abril de 2020. Un mes después anunciaron, mofándose de los tests, que habían dado positivo una papaya, una perdiz y una cabra.

Testimonios

Pese a todo, algunos tanzanos llevan mascarilla y hablan abiertamente de su miedo al coronavirus. “Esta cosa nos ataca y el gobierno no lo quiere decir, ni aceptar. Yo conozco a cuatro personas que han muerto de neumonía, según nos han dicho, y todas murieron en el mismo periodo“, contó Kuluthum Hussein, una joven de 28 años, quien prefiere cuidarse.

En enero, el instituto danés para enfermedades (SSI) confirma que dos personas que regresaban de un viaje a Tanzania dieron positivo a la nueva variante sudafricana, susceptible de ser más contagiosa.

En Dar es Salaam, una habitante asegura la Agence France-Presse que su primo había fallecido tras volver de un viaje de negocios a Sudáfrica.

“Dos semanas después de regresar, se sintió mal y tuvo problemas respiratorios antes de morir. Un médico nos dijo que tenía coronavirus”, aclara.

Por su parte, Reino Unido ha prohibido los vuelos procedentes de Tanzania para frenar la propagación de la variante sudafricana, mientras que Estados Unidos advirtió a los viajeros la semana pasada que el país “registra altas tasas” de covid-19.

En relación a la Iglesia católica de Tanzania, esta ha pedido a sus fieles que se protejan.

“Nuestro país no es una isla. Tenemos todos los motivos para tomar precauciones y rogar a Dios para salir indemnes de esta pandemia”, escribió recientemente la entidad.

Datos secretos

En Zanzíbar, una región semiautónoma del país, el vicepresidente Seif Sharif Hamad confirmó que había estado hospitalizado por covid.

Un médico de un centro de diagnóstico declaró a la Agence France-Presse que se habían registrado más de 80 casos entre mediados de diciembre y principios de enero.

“Pero no estamos autorizados a publicar estos datos. Los conservamos para el futuro”, aseguró.

Por dicha razón, el aumento de casos ha dado lugar a mensajes contradictorios de las autoridades.

Así, en el archipiélago Zanzíbar, el ministerio de Salud instó a evitar las congregaciones y recomiendó “acudir al hospital más cercano para ser diagnosticado en caso de dificultades respiratorias”. Pero, un responsable del mismo ministerio salió a desmentir, bajo pedido de anonimato, toda relación con el coronavirus. “No, simplemente queremos que la gente tenga cuidado ya que el número de personas que sufre problemas respiratorios aumenta. No se trata de covid-19“, sostuvo.

En enero, parecía que Magufuli por fin reconocía que el virus podría circular en Tanzania pero culpó de ello a las vacunas, a las que considera “peligrosas”, asegurando que los tanzanos fueron a vacunarse al extranjero y han “traído un extraño coronavirus”.

El mismo mes, un responsable del ministerio de Salud, Mabula Mchembe, dijo durante una visita a hospitales en Dar es Salaam, que estos no recibían a enfermos de covid-19, ya que los “rumores podrían causar un pánico injustificado”.

Por otro lado, la semana pasada, John Nkengasong, el director del Centro de Control y Prevención de enfermedades de la Unión Africana, dijo que espera que Tanzania “revise rápidamente” su “posición” sobre el coronavirus.

“Es un virus peligroso, un virus que se propaga rápidamente, y un virus que no sabe de fronteras. No sabe si usted es o no de Tanzania”, opinó.