Con un tapón rojo, de vidrio transparente y con un diseño minimalista, el resultado tras la botella para salsa de soya de Kikkoman, creado por el japonés Kenji Ekuan, se ha convertido en un infaltable en todas las cocinas del mundo, el cual que se mantenido durante los últimos 60 años en vigencia.

En reiteradas ocasiones, la salsa de soya se ha transformado en un ingrediente esencial en las comidas. Incluso, en los restaurantes asiáticos es un infaltable en las mesas, con su icónico diseño de botella con tapa roja y dos salidas para la salsa.

Muy pocos saben que el diseño de la botella no es de los últimos años, sino que viene del siglo XX y se ha mantenido en los últimos 60 años. Su diseño eficaz y versátil ha sido copiado por varias marcas fabricantes de soya en todo el mundo, quienes han mantenido vigente esta forma durante los últimos años.

Pero llegar a este prototipo final no fue una tarea fácil, ya que tuvo que pasar varias pruebas fallidas de sus bosquejos hasta llegar al diseño definitivo, el cual ha sido destacado a nivel mundial por su versatilidad y eficacia para su uso.

Prototipo botella de soya
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Historia en una botella

La famosa salsa de soya, desde sus orígenes se ha almacenado en recipientes como barriles o botellas de cristal. Pero no fue hasta la década de 1950, que la reconocida marca Kikkoman, tuvo la necesidad de crear una botella más pequeña para el uso de las personas.

Frente a eso, pensaron en crear una botella no desechable, sino un dispensador que todos quisieran tener en sus casas y que sea esencial en la cocina. La medida de este tendría que ser de un plato o una taza de té. Ya que ellos comercializaban botellas grandes con varios litros de esta salsa, se generó la idea de que los consumidores o restaurantes compraran el dispensador pequeño para rellenarlo.

Botellas de soya en la antiguedad
Kikkoman

Kenji Ekuan (1930-2015), fue el encargado del desafío de desarrollar el diseño de la botella. El japonés quiso diseñar un pequeño recipiente de salsa por sus memorias de infancia de su madre vertiendo salsa de un galón grande a un dispensador de mesa.

La icónica creación de Kenji Ekuan

El exmonje y diseñador industrial, buscó una inspiración a través de la devastación de la bomba atómica que impactó a Hiroshima, donde perdió a su hermana y padre, el cual fue un monje budista. Esto lo motivó a convertirse en un “creador de cosas”, luego del gran desastre de la explosión. Su carrera estuvo marcada por grandes invenciones en diseño, como el tren bala Komachi y la moto Yamaha VMAX.

En la práctica habitual del uso de los dispensadores de mesa tradicionales, no estaban diseñados para evitar que la salsa goteara luego de cada uso. Por ello, Ekuan decidió crear un concepto ingenioso. Tres años se demoró entre ensayo y error de más de 100 prototipos para crear la botella de soya final, con la característica tapa roja y dispensador sin goteo con salida por ambos lados.

El diseño final fue tan innovador y discreto, que encarnó a la perfección la estética minimalista y funcional característica de Japón. Su forma ondulada y la impresión de la marca en la botella de soya, la convierten en un producto elegante y moderno.

¿Qué característica hacen tan espacial a la botella de soya?

El dispensador final creado por Ekuan, se distingue por su fondo ancho para tener una mejor estabilidad en la mesa. Al ser de vidrio, permite al usuario ver la cantidad de salsa que va quedando luego de su uso y reutilizarla durante años. Además, su cuello de botella es similar a la forma del “Toguri”, recipiente tradicional para beber sake japonés.

Pero lo que llamó más la atención de su diseño, es el tapón rojo de su tapa, y es allí donde se esconde la magia. El diámetro de la parte superior, no solamente da la opción de rellenar el recipiente, sino que también resuelve el problema del goteo de la salsa de soya.

Las boquillas integradas en la tapa, tienen forma como los dispensadores de las teteras para hacia adentro, lo que al servir la salsa, la última gota cae al interior de la botella. Esto evita que se forme una costra de salsa en el exterior, obstruyendo la abertura.

La famosa botella, está diseñada para controlar completamente la cantidad de salsa para tus preparaciones. Para ello, debes tapar uno de los orificios del dispensador con un dedo y abriéndolo con cuidado, puedes controlar gota a gota la cantidad de soya.

Insignia de la salsa de soya

Nadie presagiaba que la botella creada por Kenji Ekuan, marcaría un antes y un después en la cultura culinaria japonesa, siendo un nexo entre las tradiciones más arraigadas y la cultura del futuro. Desde su creación en 1961, fue todo un éxito tanto en términos comerciales, como de branding, ya que se convirtió en el logotipo de Kikkoman.

Su reconocida fama alcanzó hasta a su gran competencia, Yamasa, quienes crearon su propia versión de botella dispensadora de salsa de soya. Esto también fue copiado por otras marcas de salsa de soya chinas, quienes crearon diversos prototipos similares a la creación de Ekuan.

Luego del fallecimiento del diseñador en 2015, el Museo de Arte de Nueva York (MoMa), presentó el dispensador de salsa de soya de Kikkoman en una de sus exposiciones, destacando su gran importancia por su diseño y la trascendencia de su uso en la vida cotidiana, tanto en restaurantes como en cocinas particulares.