El coronavirus obligó al confinamiento de millones de chilenos. Mientras algunos pasan la pandemia en compañía de sus familias, otros están solos, sin nadie que los acompañe.

“Estamos todos en la misma tormenta, pero no en el mismo barco. Hay posiciones privilegiadas para enfrentar la cuarentena solos y hay otras de mucha precariedad”, dice al respecto Ana María Arón, académica de Psicología en la Universidad Católica.

Por su parte, el profesor Alejandro Reinoso detalla que allí también juega un rol importante el nivel de actividad existente, ya que es distinto estar solo pero con trabajo desde casa a estar desempleado sin la compañía de otras personas.

A modo de ayuda a la población en esta situación, ambos profesionales entregaron nueve recomendaciones para enfrentar de mejor manera la soledad de la cuarentena.

1. No idealices la situación de quienes están viviendo la cuarentena acompañados. Es posible que debido a la escasez de recursos, como el espacio, hay muchas personas que desearían tener la libertad, la paz, el silencio, y la tranquilidad que sí tienen, en general, los que están solos.

2. Recuerda que esta situación no es infinita. Las pandemias y las medidas que se adoptan para enfrentarlas tienen un principio y un fin. Es bueno encarar este período como una oportunidad para conectarse consigo mismo, aumentar el autoconocimiento, reconocer qué estoy sintiendo, imaginar proyectos y preguntarse qué me produce placer y bienestar, qué me estresa, preocupa o inquieta; qué echo de menos, cuáles son mis sueños, qué me gustaría hacer, y de ser posible, qué me gustaría dejar de hacer.

3. Cuando te embarques en un proyecto, como hacer un curso online, elige una actividad acotada, con expectativas realistas de que podrás cumplir con lo que te propusiste para que produzca la satisfacción de alcanzar el objetivo, en lugar de la frustración por ir dejando a medio camino varios proyectos inconclusos.

4. Uno de los proyectos que se puede abordar es “arreglar el nido”. Ordenar la casa, deshacerse de lo que ya no se utiliza o no se quiere tener, explorar optimizaciones, por ejemplo, a través de una nueva distribución de los muebles.

5. Busca contactos emocionales cotidianos. Cultiva la comunicación regular con personas solo para chequear cómo están y hablar temas que pueden ser triviales. Lo ideal es conversar mirándose, porque se logra una mejor conexión emocional.

6. Súmate a la moda de los “zoomcafé”, las “zoomcervezas” y los “zoompicoteos”, pero evita caer en los excesos, porque participar en muchas sesiones de Zoom puede terminar siendo agotador. También conviene recordar que si participan demasiadas personas se dificulta la conversación y no todos logran contar lo que querían compartir.

7. Aprovecha esta oportunidad para retomar contacto con quienes fueron importantes en tu vida y que por falta de tiempo has dejado de ver o de llamar, como compañeros de colegio o de universidad. Hay que preguntarse “¿qué será de..?”. La cuarentena predispone, en general, a una favorable reacción frente a estas iniciativas de restablecer la comunicación.

8. Si estás teletrabajando, o estudiando online, reserva espacios para las pausas activas. Es importante tomarse el tiempo para desconectarse, por ejemplo, mientras almuerzas. Las horas de alimentación deben ser momentos gratos, idealmente no comer corriendo, de pie en la cocina, sino guardando ciertas formas, como poner bien la mesa, para que sea un pequeño ritual y no un trámite que se hace a la ligera.

9. Practica formas de solidaridad. “Por ejemplo, en internet es posible encontrar iniciativas para colaborar en proyectos sociales para ayudar a los que enfrentan necesidades básicas, como los comedores abiertos”, dice Alejandro Reinoso.

Por su parte, Arón comenta que dentro de algunos edificios hay quienes han comenzado a llevarle a los vecinos galletas o mermeladas hechas en casa, o bien avisan ‘voy a la feria, ¿necesitas algo?’. “Son pequeños gestos que nos hacen sentir que somos parte de un grupo y que no estamos solos”, afirma la profesional.