Un oso fue captado despertando de su letargo y se hizo viral en redes por su curioso aspecto.

Esta semana se viralizó un curioso registro en el que se puede ver a un oso saliendo de su periodo de hibernación, tras pasar aproximadamente 7 meses “durmiendo” en su cueva.

El video generó miles de reacciones y acumuló millones de visitas en diferentes plataformas de redes sociales y es que no es común ver a un oso despertando de su larga, larga siesta.

De hecho, los internautas repararon especialmente en su aspecto, puesto que se puede ver como termina de despertar con una expresión somnolienta y un pelaje blanquecino extraordinario, pero ¿a qué se debe?

¿Qué pasa con un oso cuando despierta de su hibernación?

Resulta que los osos son sólo uno de los tantos animales que necesitan hibernar en los periodos más fríos del año.

Este proceso puede durar entre 5 y 7 meses y consiste en “un estado de dormición y letargia que hace descender su ritmo cardíaco desde 40-50 hasta unas 10 pulsaciones por minuto, el ritmo respiratorio baja a la mitad y la temperatura se reduce en 4 ó 5 grados“, dice un artículo de la Fundación Oso Pardo.

Asimismo, durante este tiempo, los osos dejan de comer, beber líquidos, defecar y orinar, mientras que al mismo tiempo mantienen su energía con la comida y las grasas que consumen durante las semanas previas a su hibernación.

Un efecto de la hibernación en la fisiología de los osos es el cambio del pelaje, razón por la que este oso sale de su cueva con el pelaje blanquecino, que seguramente volverá a su tono normal con el paso de los días mientras se recupera y alimenta.

Algo similar también ocurre con animales más pequeños que necesitan de este proceso, como hámsteres, ardillas, algunos murciélagos, entre otros.

Además, como se puede ver en el video, su pelaje superficial se transforma en una especie de pelusa que comienza a desprenderse de ellos con el tiempo después de hibernar.

De acuerdo con National Geographic, los osos cuando despiertan de su letargo priorizan alimentarse y pueden entrar en un estado de caza letal para cualquier presa que se cruce en sus caminos, especialmente crías de renos y alces.