Difícil es detectar cuando el hígado de una mascota falla, pues a diferencia del ser humano no se le puede ver la piel amarilla al estar recubierta de pelaje.

Algunos signos, como encías y borde de los ojos amarillentos, se presentan cuando la enfermedad está avanzada y el hígado está dañado en un 70% u 80%. Los signos más comunes son vómitos y diarrea persistente, con deterioro paulatino de su estado de conciencia, depresión e inapetencia.

Ante la sospecha hay que acudir a un médico veterinario, pues está en riesgo la vida del animal. “El hígado cumple la función de metabolizar las grasas, proteínas, fármacos y desintoxicar el organismo para luego eliminar los desechos”, explica Diego Pincheira, médico veterinario de Drag Pharma.

Y añade: “Al fallar, puede desencadenar la muerte de la mascota, porque además de no asimilar vitaminas y minerales, se deteriora su sistema inmune, se acumulan las toxinas y el animal se intoxica provocando fallas en su Sistema Nervioso Central”.

Medicamentos para seres humanos

Las causas del deterioro del hígado de la mascota son variadas. Algunas razas de perro como los Westy y Dóberman presentan una predisposición genética a hepatitis crónica, porque su hígado no tiene capacidad de eliminar el cobre que proviene principalmente de la alimentación.

Por su parte, gatos obesos por exceso de alimentación y falta de ejercicio tienen tendencia a lipidiosis hepática, es decir, el hígado se torna graso porque no es capaz de metabolizar y eliminar grasa.

El hígado también se puede dañar cuando la mascota consume medicamentos para humanos automedicados por sus dueños. “Antiinflamatorios como ibuprofeno pueden causar la muerte de un gato o perro, y el paracetamol es altamente tóxico para las mascotas, porque su hígado no metaboliza bien fármacos formulados para las personas”, dice Pincheira.

Tenencia responsable

Para detectar y tratar tempranamente una falla hepática, el especialista recomienda un examen de sangre anual en mascotas con predisposición, como Westy, Dóberman, y gatos obesos.

Hay que evitar que las mascotas engorden, incentivarlas a realizar ejercicio, y nunca suministrarles medicamentos sin prescripción veterinaria.

“La buena noticia es que aunque el hígado tenga un deterioro avanzado, se puede revertir porque este órgano tiene capacidad de regeneración”
, afirma.

Para tratar una falla hepática se emplean medicamentos según la causa de la falla.

El tratamiento se debe acompañar de un regenerador y protector hepático como silimarina , un componente extraído del fruto del cardo mariano que por años se ha ocupado en el ser humano, y que fue incorporado en el suplemento nutricionales para perros y gatos.

Estos ayudan a desintoxicar el hígado, a eliminar radicales libres y metabolizar grasas, posee propiedades antiiflamatorias, y acelerar la regeneración de las células del hígado para reparar este órgano.