El debate respecto a si es mejor bañarse de noche o por la mañana es antiquísimo ¿Hay una opción más ideal que la otra? Una experta dio su veredicto al respecto.
Quienes prefieren hacerlo tras despertar, alegan que es lo más idóneo para iniciar el día con energía, mientras que la contraparte opina que es mejor en la noche para sacarse el sudor y suciedad acumulada durante todo el día.
Cualquiera sea tu preferencia, o las razones detrás de ella, es importante mencionar que bañarse es una parte fundamental en cualquier rutina de higiene. Como en Chile existe un consenso social a realizarlo casi todos los días, ignoramos los beneficios sanitarios que tiene.
Bañarse con regularidad puede ayudar a prevenir erupciones cutáneas e infecciones al eliminar la suciedad y la grasa de la piel.
Así también, quita el mal olor del sudor, causado por las bacterias que viven en la superficie de la piel, y que lo descomponen.
¿Bañarse en la mañana o en la noche?
La principal ventaja de optar por una ducha antes de acostarse es la eliminación de contaminantes y alérgenos, que se acumulan durante todo el día, al igual que el sudor y la grasa sebácea, apunta The Conversation. De esta manera, hacerlo en la noche evita que terminen en las sábanas.
Sin embargo, las personas continúan sudando durante la noche, sin importar la temperatura. Por lo que, de una u otra forma, los microbios de la piel que se alimentan del sudor, acabarán en las sábanas. Esto, a la vez, podría derivar en el desarrollo de olor corporal al amanecer.
La profesora titular de Microbiología Clínica de la Universidad de Leicester de Inglaterra, Primrose Freestone, señaló al citado medio que durante la noche también se desprenden células de la piel, que luego sirven de alimento para los ácaros del polvo.
En ese sentido, la experta profundizó en que para que realmente sean efectivas las duchas nocturnas, es necesario que las sábanas se cambien con regularidad.
“Si no lavamos las sábanas con regularidad, puede producirse una acumulación de células muertas que alimentarán a más ácaros del polvo. Los excrementos de estos pequeños arácnidos pueden provocar alergias y agravan el asma“, explica.
Por consiguiente, apuntan que bañarse en la mañana ayuda a eliminar las células muertas, el sudor o las bacterias que se acumulan por la noche en las sábanas.
“Si nos duchamos por la mañana, nuestro cuerpo estará más libre de microbios cutáneos adquiridos durante la noche cuando nos pongamos ropa limpia. También empezaremos la jornada con menos sudor del que se alimentan las bacterias generadoras de olores, lo que probablemente nos ayudará a oler mejor durante más tiempo a lo largo del día en comparación con alguien que se ducha por la noche“, sostiene la microbióloga para The Conversation.
¿Cada cuánto lavar las sábanas?
Al final del día parece ser que el punto de inflexión entre ambas ideas es la frecuencia con la que se lava la ropa de cama.
Sobre ello, la experta señala que “debe lavar las sábanas y las fundas de almohada al menos una vez a la semana para eliminar todo el sudor, las bacterias, las células muertas de la piel y los aceites sebáceos que se han acumulado en ellas”.
Asimismo, sostiene que esta acción eliminará las esporas de hongos que pudieran estar creciendo en la ropa de cama.
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