Dependiendo de la composición del alimento y las características del hongo es posible consumir un alimento con moho, aunque hay que tener en cuenta ciertas consideraciones para no exponerse a un riesgo sanitario.

¿Qué pasa al comer alimentos con hongos? ¿Tiene un efecto negativo en la salud? Estas son algunas de las preguntas que pueden rondar tu mente cuando ves ese producto que pensabas ingerir y olvidaste en el refrigerador.

Pelos, puntos verdes, manchas blancas o oscuras son algunos de los signos que indican que la descomposición ha comenzado en un alimento. Algunos optan por cortar estas áreas y comerlo de todos modos, aunque puede ser que sea una mala idea.

Según el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (FSIS, por sus siglas en inglés), cuando el alimento presenta un gran crecimiento de hongo, significa que las hilachas de las raíces ya lo han invadido profundamente.

Y es que lo que se puede apreciar a simple vista es solo el micelio, el auténtico hongo es microscópico. En ese sentido, el FSIS afirma que en los hongos más peligrosos, estas raíces pueden contener sustancias dañinas.

¿Es posible comer alimentos con hongos?

La práctica común de cortar la parte enmohecida de un alimento y comer el resto puede ser riesgosa, pero es válida dependiendo del caso.

A través de un post de Instagram, el chef y experto en gastronomía, Heinz Wuth, reforzó en su cuenta @soycienciaycocina que el aparente hongo que se ve, es solo “la manifestación visible, ya que estos microorganismos son invisibles al ojo humano”.

Este tipo de hongos pueden producir micotoxinas que pueden ser perjudiciales para la salud. Wuth señala que incluso cociendo los alimentos no necesariamente eliminará estas toxinas.

Por esta razón, el chef recomendó que si el hongo es de color blanco, es posible cortar esa parte y consumir el resto, sin embargo, si la mancha fuera negra, es mejor botar ese alimento.

Adicionalmente, el FSIS indica que los alimentos más densos, menos porosos o húmedos suelen ser menos riesgosos que aquellos más blandos o porosos. Por ejemplo, con los quesos duros sí se podría cortar la parte con moho, mientras que con un queso blando la recomendación es tirarlo.

En cuanto a frutas o verduras, una zanahoria sí podría recuperarse si la presencia de moho es baja por tener una composición dura, a diferencia de un limón, por ejemplo.

Eso sí, se debe cortar al menos 2 cm y medio alrededor y por debajo de la zona contaminada. De todas formas, si se prefiere estar seguro, lo mejor es botarlos.

¿Cuáles son las complicaciones de salud que se arriesgan?

Desde una intoxicación estomacal a reacciones alérgicas o respiratorias. Las complicaciones que envuelven el consumo de alimentos con hongos pueden ser variados debido a las micotoxinas antes señaladas, las cuales pueden enfermar gravemente a una persona por tratarse de una sustancia venenosa.

Según la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aesan), “las micotoxinas pueden causar diversos efectos adversos como la inducción del cáncer y mutagenicidad, así como problemas en el metabolismo de los estrógenos, gastrointestinales o en el riñón. Algunas micotoxinas son también inmunodepresoras, reduciendo la resistencia a enfermedades infecciosas”.

De igual forma se recomienda no olerlos, ya que puede causar daños respiratorios, o irritaciones en nariz, garganta, ojos o pulmones.