Según el profesor Neil Evans, los perros, al igual que los humanos, tienen sus preferencias individuales al momento de escuchar música.

A lo largo de la historia, la música siempre ha acompañado a los humanos para relajar, emocionar o incluso, animar en diferentes contextos. Cada día, los científicos ahondan más en esta área con estudios, pero que hay del “mejor amigo del hombre”: el perro. ¿Le gusta escuchar música, tienen alguna preferencia, les hace bien?

La respuesta a esta interrogante la podría entregar un estudio realizado por la Universidad de Glasgow y la Sociedad para la prevención de la Crueldad Animal (SPCA), la que analizó qué música les gusta escuchar a los perros.

Cabe señalar, que los amigos de cuatro patas tienen un rango de audición mucho más amplio que los humanos. Mientras que nosotros podemos oír sonidos en el rango de 20 a 20.000 Hz, los perros pueden percibir frecuencias de hasta 60.000 Hz.

Esto quiere decir que los perros son especialmente más sensibles a sonidos de alta frecuencia, captando de esta forma detalles que los humanos no pueden percibir. En este sentido, los resultados de la investigación fueron los siguientes.

La música como método para reducir el estrés

El principal objetivo de este estudio era encontrar la respuesta fisiológica y comportamental de perros enjaulados al enriquecimiento auditivo durante 5 días. Allí los perros tuvieron que escuchar música de diferentes géneros musicales (Soft Rock, Motown, Pop, Reggae y Clásico).

Asimismo, los expertos calcularon los niveles de estrés de los animales, o sea, midieron los latidos y el nivel de cortisol (hormona del estrés), para ver qué música los relajaba más.

¿Qué música le gusta escuchar a mi perro?

La investigación concluyo que la música que más relajaba, o hacía sentir cómodamente a los perros, fue el Soft Rock y el Reggae. Esto se logró luego de que los expertos descubrieran que la variabilidad de la frecuencia cardiaca era mayor (señal de estrés disminuido) cuando los perros escuchaban estos géneros musicales.

Por otro lado, el estudio arrojo que los canes pasaban mucho más tiempo tumbados y menos de pie cuando se reproducía música, independiente del género. Al mismo tiempo, en relación con el período de silencio previo al enriquecimiento auditivo, los valores de cortisol urinario, creatinina (UCCR) eran más altos cuando las mascotas escuchaban Soft Rock.

Respecto a los ladridos, los expertos no observaron ningún efecto, sin embargo, afirmaron que los canes eran más propensos a ladrar una vez la música era interrumpida.

Uno de los expertos detrás del estudio, el profesor Neil Evans, señaló que, en general, la respuesta de los perros a los diferentes géneros fue mixta, destacando que “al igual que los humanos, nuestros amigos caninos tienen sus propias preferencias individuales de la música”.