El auge de delitos violentos en el país ha provocado una nueva consecuencia en la salud mental de los chilenos a raíz de lo traumático que pueden ser estas experiencias.

“Nos están robando felicidad y libertad”, esas fueron las palabras de Alika Rehakova, una mujer eslovaca que reside en Chile hace 12 años que fue víctima de una violenta encerrona en una autopista de Santiago.

En el registro que se viralizó en redes sociales se puede ver como le arrebatan agresivamente el vehículo cuando sus dos hijos aún están dentro, a los cuales logra bajar. Entre los llantos y gritos desesperados, se puede oír a los pequeños clamar por su madre, mientras son albergados por un furgón que pasaba por el lugar.

Sin embargo, a pesar de lo violento del robo, estos se han convertido en una práctica delictual común, que se ha tomado tanto las redes como las pantallas de televisión. Situación que se repite con los “portonazos”, donde los vehículos son arrebatados de sus dueños cuando estos se encuentran guardándolos en sus estacionamientos.

Las palabras de Alika sin duda repercuten e identifican a las víctimas de estos tipos de robos, puesto que varios han afirmado sentir miedo y hasta terror de volver a manejar debido a estos delitos, de acuerdo al psiquiatra de Clínica Las Condes, Juan Fernando Meneses.

“Hay un ánimo temeroso en general, todos andan conduciendo el vehículo y mirando para el lado por si viene un vehículo sospechoso. Se urgen“, explicó el especialista.

Repercusión de delitos violentos en la salud mental

De acuerdo al profesional, episodios como encerronas y portonazos no solo pueden producir estrés postraumático, sino que también otros trastornos de salud mental.

“Puede haber trastorno de ansiedad, crisis de pánico posteriores, depresión, o consumo de sustancias o de alcohol para aliviar esta vivencia que se experimentó con terror y que podría volver a ocurrir”, detalló Meneses.

Estrés postraumático tras encerronas

Cuando una persona desarrolla estrés postraumático tras encerronas o cualquiera de estos delitos violentos, los síntomas que pueden vivir son: “Alteraciones en el ánimo, es decir, la persona anda más apagada, desmotivada y no disfruta las cosas; está pesimista; hay alteraciones cognitivas como olvido y falta de concentración”.

También pueden de tener: “Hiperreactividad lo que se manifiesta con palpitaciones, temblor de manos y corporal, insomnio y un estado de hiperalterta”, explicó el profesional.

Algunas señales de que una persona está pasando por trastorno de estrés postraumático (TEPT) es que tiene “pesadillas, no quiere salir de casa, tiene crisis de angustia inexplicables o hay un cambio en la personalidad en comparación a como era antes”, dijo el psiquiatra.

No obstante, el especialista advierte que cuando los síntomas se mantiene por menos de un mes, se trataría de trastorno de estrés agudo y no de estrés postraumático. Además, detalló que quienes han vivido experiencias traumáticas anteriores, son más propensos a desarrollar TEPT que quienes lo hacen por primera vez.

@noticiasdn Delincuentes en Chile provocan encerrona en túneles para robar a conductores y acompañantes #chile🇨🇱 #robos #encerronas ♬ sonido original – Darwin Nava

Disociación

El profesional afirmó que a partir de delitos como portonazos y encerronas también se ha visto un alza en síntomas de disociación en víctimas, el cual consiste en “que la persona queda en estado neutral” al no conectar con sus emociones y su conducta se manifiesta en una especie de “piloto automático”.

“La persona piensa ‘no estoy angustiado, no siento nada’“, ejemplificó. Una persona que desarrolla disociación puede permanecer en ese estado por hasta 6 meses y luego presentar los síntomas.

“El organismo no puede procesar este estímulo tan agobiante, por lo que se bloquea. Lo deja en el inconsciente”, especificó.

Para identificar si una persona está disasociando, Meneses explica que esta manifestará: “Intrusión de pensamientos, lo que se expresa como imágenes intrusivas del evento durante actividades cotidianas; evitación de lo que se asocie con el evento, en el caso de las encerronas sería dejar de manejar para no recrear el evento”.

Estos síntomas pueden ser invalidantes, pues las personas buscará la manera de no salir de casa o de sus espacios seguros.

En ambos casos el especialista recomienda acudir a un especialista tanto a modo de prevención como método de tratamiento.