Desde la revolución de las redes sociales, la cual comenzó con la irrupción de Facebook a fines de la década de los 2000, las plataformas digitales se han vuelto cada vez más imprescindibles en nuestro día a día.

Así lo ejemplifica con mayor fuerza la llamada Generación Z, que comprende a los nacidos entre 1997 y 2012 -es decir, personas entre los 9 y 24 años-, quienes nacieron en la era de la World Wide Web y en la actualidad son los primeros consumidores de apps como Instagram y TikTok.

Y es que, de acuerdo a cifras de la Academia Americana de Psiquiatría Infantil y del Adolescente (AACAP, por sus siglas en inglés), más del 90% de los adolescentes afirman que usan redes sociales y un 75% informa que tiene al menos un perfil activo en este tipo de plataformas; cifras realmente impresionantes que hablan sobre lo hiperconectados que están los jóvenes en la actualidad.

Si bien el uso de redes sociales tiene múltiples beneficios, también es cierto que existen ciertas “alertas” ante su uso, sobre todo, cuando estas aplicaciones nos llevan a cuestionar nuestra integridad.

Trío de amigas disfrutan sus celulares
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El “diagnóstico de TikTok”

Sobre ello expuso la psicóloga y colaboradora del medio especializado Psychology Today, Bre-Ann Slay, quien alertó a los padres de lo que catalogó como el “diagnóstico de TikTok”.

Lo anterior dice relación con aquellos adolescentes que ven videos, escritos o imágenes sobre la experiencia de personas que atraviesan trastornos de salud y se sienten tan identificados que creen padecerlos. Un fenómeno que, según advierte la experta, se está dando cada vez con mayor frecuencia.

Ejemplo de ello son los posts de Instagram o TikTok en que adolescentes con trastornos del espectro autista, de déficit de atención e hiperactividad (TDAH), de identidad disociativo o el síndrome de Tourette, por no,mbrar algunos, comparten sus vivencias y logran identificar a miles de cibernautas.

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“Efecto horóscopo”

Si bien es cierto que la difusión de este tipo de material ha permitido que muchas personas acudan al médico y reciban el tratamiento que merecen, también ha provocado que otra gente asuma que tiene ciertos trastornos cuando, en realidad, no los padece.

Algo que podría entenderse como el “efecto horóscopo”, de acuerdo a Slay.

“Si bien esto ha abierto muchos ojos para comprender la salud mental y combatir el estigma relacionado con quienes experimentan estos problemas, también parece haber creado un ‘efecto horóscopo’. Las personas leen los síntomas en línea o escuchan a alguien hablar de su experiencia y se sienten tan conectados con ellos que creen que deben tener el mismo diagnóstico. Ahora, por supuesto, muchas personas han descubierto que están experimentando trastornos como ansiedad, depresión y TDAH. Sin embargo, una comunidad de jóvenes ha comenzado a tomar estos síntomas como propios y proclamar tener muchos diagnósticos serios”, advirtió la experta.

Y es que los diagnósticos que incluyen trastornos como TDAH y otros se han vuelto muy populares en estas plataformas digitales, provocando incluso que esta generación popularice frases como “soy tan TOC” para describir su afinidad por la organización y el orden.

El problema es que ahora esta situación parece haber escalado al siguiente nivel, en el cual los jóvenes realizan un diagnóstico autoproclamado, es decir, hecho por ellos sin la revisión de un experto en salud, y esperan cierto tratamiento o adaptaciones debido a esta situación.

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La diferencia entre padecer un trastorno y “creer” que se tiene

Millones de personas alrededor del mundo podrían enfrentar en este momento algún problema de salud mental, sobre todo considerando el contexto de pandemia en el que estamos inmersos.

No obstante, el identificarse con algunos síntomas o criterios que se difunden en internet con respecto a ciertos trastornos, no necesariamente significa que los padecemos. Para ello, y aunque suene de perogrullo, es necesario acudir a un profesional calificado para evaluar y obtener un diagnóstico certero.

Según Slay, al hacer un diagnóstico los profesionales de la salud mental podrían hacerte preguntas del tipo “¿Qué interfiere con tus síntomas en tu vida diaria?” o “¿Cómo están afectando estos síntomas tu capacidad para vivir tu vida de la manera que deseas?”.

Entonces, si bien puedes tener dificultades para mantener la atención, ignorar detalles, luchar con la organización, ser olvidadizo, perder cosas y evitar tareas que requieran un esfuerzo mental sostenido, si esto no afecta tu funcionamiento cotidiano es improbable que padezcas un trastorno asociado a estas características, explicó la experta.

“Del mismo modo, si tienes una personalidad multifacética y varios intereses o estilos, eso no significa necesariamente que tengas un trastorno de personalidad múltiple“, agregó.

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¿Cómo podemos ayudar a nuestros hijos?

Si crees que tu hijo podría verse afectado por el “diagnóstico de TikTok”, lo más importante es abrir espacios de conversación para saber cómo se siente y conocer sus aprensiones.

Además, es de suma relevancia reconocer y afirmar la experiencia normativa de la exploración de la identidad para los adolescentes, afirmó Slay, ya que es normal que cuando experimentan angustia o una imagen negativa de sí mismos busquen una explicación, una razón o un diagnóstico.

“Se preguntan: ‘¿qué me pasa?’… El sentido de urgencia y necesidad de reclamar un diagnóstico parece provenir del deseo de ‘encajar’. Los adolescentes pueden ser socialmente ‘raros’ u olvidadizos, y eso está bien. No tiene por qué significar que algo está ‘mal’ con ellos”, concluyó la psicóloga.

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