El Ministerio de Educación presentó la Estrategia de Reactivación de la Matemática, iniciativa que comenzó a ser implementada a inicios de año con el objetivo de fortalecer los aprendizajes en esta disciplina, y que ahora cobra más importancia luego de los resultados del SIMCE 2022, que mostraron el grave daño que produjo la pandemia en el sistema educativo.

Reforzar la enseñanza de la matemática es crucial para las y los estudiantes. Esta ciencia es uno de los mayores desarrollos de la humanidad, que estimula continuamente el pensamiento, ya que implica que nuestro cerebro realice procesos de abstracción para expresar con símbolos y algoritmos lo que observamos en el mundo cotidiano.

Entre las y los estudiantes, la matemática se considera una materia “complicada”, “difícil”, “solo para algunos”, lo que ha generado una disposición negativa a aprender esta disciplina. Se percibe cierto temor a la matemática, como si fuera algo muy complicado, inentendible a ratos, no como una ciencia que permite alcanzar una vida mejor.

La mecanización de la matemática, el no contar siempre con las condiciones adecuadas para profundizar en el razonamiento de cada ejercicio, podría ser una de las razones que aleja a los y las estudiantes de una práctica más amable y cercana de esta disciplina en las escuelas.

Pero lo cierto es que las matemáticas son usadas en el día a día, incluso antes de la escolarización, en dinámicas como los juegos. Y luego en actividades cotidianas como compras, el cálculo de distancias o para repartir una torta. Entonces, ¿estamos transmitiendo a las y los estudiantes el mensaje de que todos y todas deben desarrollar el pensamiento matemático?

Además, existen arraigadas creencias de que la matemática es un área preferentemente masculina, lo que queda a la vista al ver la brecha de género en el SIMCE 2022 de Matemática, que muestra una diferencia a favor de los hombres de 10 puntos en 4to básico y de siete puntos en 2do medio, problema que se agravó con la pandemia. Esto se reproduce luego en la educación superior: el año pasado, por cada cuatro hombres que entraron a estudiar a carreras STEAM, entró solo una mujer. Este es un desafío que debemos superar, pero que, además, ubica a esta ciencia en una élite con poco espacio para el género femenino.

Quienes desarrollamos la pedagogía estamos llamados a revisar nuestras prácticas de enseñanza, evitando los modelos mecánicos, basados solo en la memorización, entrenamiento sin comprensión. Por ejemplo, sin duda que facilita para la resolución de ejercicios el saberse las tablas de multiplicación de memoria, pero su memorización debe ser posterior a la compresión que está a la base del resultado y el espacio para esa comprensión debe ser amplio, con material concreto y gráfico, que garantice que las y los estudiantes entiendan el proceso lógico que está en su base.

Como sistema educativo hoy estamos concentrados en la reactivación educativa, con un claro entendimiento de que la brecha de aprendizajes se vio agudizada por la pandemia y casi dos años sin clases presenciales. En esta gran tarea, el desarrollo del pensamiento matemático es fundamental, no solo para mejorar rendimiento académico, sino que también para visibilizar el uso de esta disciplina al servicio de lo humano, develando el potencial que cada estudiante tiene para apropiarse de este conocimiento y ponerlo al servicio de su desarrollo y de su comunidad. De igual modo, debemos estar alertas de los sesgos de género que debemos superar en las dinámicas educativas, para ampliar las oportunidades de aprendizaje para todos y todas.

Por eso es que, dentro de la Estrategia de Reactivación de la Matemática, contamos con la iniciativa “Matemática para Aprender en el Mundo”, que tiene como objetivo reducir las brechas de aprendizaje identificando situaciones críticas en las trayectorias de aprendizaje; profundizando la didáctica de aprendizaje basada en la resolución de problemas; diseñando actividades vinculadas con el entorno cotidiano; y promoviendo el uso de las matemáticas en otros contextos y disciplinas. Para ello se dispondrán recursos pedagógicos de acceso universal y gratuito, acompañamiento prioritario para las comunidades educativas que enfrentan los desafíos más grandes en cuanto a brechas de aprendizaje, y formación docente especialmente desarrollada para abordar la reactivación matemática.

No tenemos dudas de que la matemática es para todos y todas, y de que es esencial para el desarrollo integral de niños y niñas y para que alcancen sus proyectos de vida. La reactivación educativa nos plantea una gran oportunidad, invitándonos a repensar la matemática en la escuela, construyendo saberes para el desarrollo integral de niños, niñas, jóvenes y adultos. Ese es nuestro compromiso como Ministerio de Educación.

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