La pandemia ya pasó y comprar por internet dejó de ser la única vía. Es cierto, en el 2019 el e-commerce no era ni proyectaba ser lo que hoy significa, las cuarentenas y la necesidad de seguir comprando elevó las cifras de transacciones en línea, llegando a batir récord de ventas, en eventos como el cyber day 2021, de US$640 millones.

Pero hoy el panorama es algo diferente. El reciente evento de compra en línea resultó ser un 15% más bajo que el de 2021, habiéndose sumado 103 nuevos sitios respecto al año anterior y que las personas ya tienen internalizada la comprar online. El problema no es la mayor libertad de desplazamiento de las personas o el hecho de poder probar antes de comprar en retail, sino la falta de información y experiencia de compra que al parecer las marcas han olvidado.

La evolución es notoria, hace 6 años un despacho de producto comprado por internet demoraba entre 15 a 30 días en llegar a tu casa y un poco más si estabas en región, pero hace dos años eso tiempos se redujeron a menos de 5 días de entrega u horas después del pago. Un cambio que las personas agradecieron y las marcas potenciaron, desviando todos sus esfuerzos a minimizar los tiempos.

Sin embargo, algo que comenzó a afectar a las marcas y fue ratificado por una pseuda discusión de las ventajas del retail, fue la logística inversa, producto de la insatisfacción de las personas al recibir una compra que no era lo que esperaban. Aquí es donde yace el problema, el e-commerce es una experiencia que permite al usuario ahorrar tiempo, comparar precios y facilitar el día a día, pero solo se logra con información útil para el usuario final.

La realidad aumentada es la superposición de una capa digital a la realidad. Esta ha permitido la creación de diversas herramientas para el cine, videojuegos o entretención en general, pero también aportar en las decisiones de las personas. Logra dimensionar en escala real un producto en el sitio donde lo imaginas, evita las devoluciones por insatisfacción, permite aumentar el éxito de la compra, aumenta la reputación y evita la fuga por un sistema arcaico de imaginación.

E-commerce vs retail, no es una discusión, herramientas como la realidad aumentada potencia ambas experticias o canales de venta, la omnicanalidad es un proceso ya instaurado en nuestro país por grandes marcas.

Por sobre todas las cosas, este es el momento donde pequeñas o medianas empresas pueden dar el salto y competir de igual a igual con grandes marcas de la industria. La implementación de esta herramienta permite una real competencia justa en el mundo en línea.

Erich Philipp, CEO de AppAR.

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