En la primera columna en este medio hablábamos de la necesidad de una educación tributaria de las personas a fin de mejorar el pacto fiscal entre el Estado y la ciudadanía, ya que lamentablemente dentro de las cosas inevitables que no nos gustan en esta vida están la muerte y… el pagar impuestos.

Pero también se hace necesario tener conceptos básicos de educación financiera y economía. Sé que quienes nos dedicamos a un área tratamos de vender al resto nuestro espacio de conocimiento como lo más imprescindible de la vida y más en el caso de abogados, quienes con razón somos acusados de ser soberbios por hablar muchas veces de temas de los cuales no tenemos ni la más mínima idea.
En esta segunda columna, antes de comenzar en las próximas a escribir sobre asuntos más puntuales tributarios y económicos, quisiera señalar el porqué es necesario contar con una educación financiera y económica, que no solo ayudarán a nivel personal, sino que podrían colaborar a generar una consciencia colectiva y eventualmente a tomar buenas decisiones como sociedad. En este sentido un primer dato, 8 de cada 10 personas en Chile utilizan la tarjeta como su medio de pago favorito.

Sí, porque aunque lo nieguen los terraplanistas de la economía, el precio del dólar afecta nuestro diario vivir, no exclusivamente en relación con los commodities transados en dicho mercado y ampliamente conocidos como el petróleo y el cobre, sino que en otros que se emplean como insumos en la fabricación de productos más refinados como lo son: el ganado bovino, porcinos, el maíz, trigo, arroz, azúcar, café, avena, cacao, todos los cuales sirven de base para productos que consumimos diariamente y cuya gran mayoría importamos pagando en dólares. Un dólar alto hace que el precio de los alimentos aumente y esto se vea reflejado en una mayor inflación y repercutiendo en un mayor valor las transacciones realizadas en UF (crédito hipotecario y seguros entre otros).

Se habla en estos días de controlar la inflación que tiene el país, por sus efectos perjudiciales a quienes tienen menos recursos, ya que esta termina afectando su capacidad de compra de artículos de primera necesidad. Quienes tienen la posibilidad y mayores ingresos se protegen de la inflación mediante la compra de dólares, depósitos en UF u oro entre otras posibilidades.

Además de lo anterior, es importante que tengamos en consideración para las próximas columnas que todas las acciones de quienes dirigen los Estados, y que de alguna forma afecten la seguridad y confianza de los inversionistas, empresarios y emprendedores entre otros que ejecutan transacciones en el mercado, tienen repercusiones económicas en nuestra vida diaria. En la economía interactúan personas de carne y hueso que se mueven por la confianza, por lo cual al igual que en la vida diaria cuando esta se pierde se hace muy difícil de recuperar.

Nuestra sección de OPINIÓN es un espacio abierto, por lo que el contenido vertido en esta columna es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial de BioBioChile