Caen Los Gallegos, pero la guerra continúa

El miércoles recién pasado, la sala penal de la Corte Suprema rechazó el recurso de nulidad en contra de la sentencia dictada en marzo que condenó a 34 miembros del clan de Los Gallegos del Tren de Aragua. De esta manera, el máximo tribunal del país confirmó todas las penas -que en total suman más de 650 años de presidio- para estos acusados responsables por delitos de asociación ilícita, tráfico de drogas, tráfico de armas, secuestro, homicidios y trata de personas con fines de explotación sexual, entre otros graves ilícitos.

Los Gallegos: fin a un juicio inédito en Chile

Con este fallo se da término a un inédito, extenso y complejo proceso penal iniciado en junio de 2022, cuando esta Fiscalía Regional de Arica y Parinacota, junto a la Brigada Antinarcóticos y contra el Crimen Organizado de la PDI Arica, practicaron el primer allanamiento y detenciones en Cerro Chuño, bastión de esta agrupación criminal extranjera.

A través de ese mega operativo, nuestra región y el país entero se conmovió al escuchar con horror, por primera vez, sobre la existencia de casas de tortura y ejecución y cuerpos enterrados, consideradas prácticas propias del crimen organizado y que hasta ese momento eran desconocidas en Chile. Lamentablemente, hoy vemos como esas manifestaciones más violentas se han ido extendiendo a lo largo del país.

El resultado judicial sancionatorio alcanzado contra Los Gallegos es sin duda histórico; pues se trata del primer mega juicio en contra de una organización criminal transnacional de estas características en Chile, que culmina con una sentencia a firme.

Investigación, inteligencia y coordinación

Debemos reconocer que la investigación y tramitación de esta causa fue altamente compleja y demandante, dado que nos enfrentamos a fenómenos criminales desconocidos y que obligaron a utilizar diversas técnicas y herramientas investigativas, incluyendo la infiltración de la banda por parte de un agente encubierto.

A ello se suma que de manera paralela al juicio oral contra Los Gallegos tuvimos que enfrentar el juicio oral contra su banda rival, denominada Tren del Coro, llegando al punto de estresar al máximo nuestra capacidad operativa. Todo ello, bajo un contexto de diversas y graves alertas y eventos de seguridad que nos llevó a concluir, a la fuerza, que enfrentamos enemigos con alto poder de fuego y que esta lucha tiene costos importantes para las instituciones encargadas de enfrentarlos. Precisamente, cuando estas organizaciones criminales acusan golpes en su negocio, dan paso a una serie de hechos de violencia y amedrentamiento para socavar al Estado en su conjunto. Así lo hemos visto en países como México, Colombia y más cerca Ecuador.

En este contexto, tanto esta Fiscalía como ambas policías debimos adaptarnos y comprender estos nuevos fenómenos delictuales en extremo violentos que azotaban nuestra región. Pero ciertamente todo este escenario también nos impuso la desafiante y compleja tarea de innovar respecto de nuevas metodologías investigativas que hoy, ya concluido este proceso penal, nos permite enfrentar de mejor manera sus distintas manifestaciones.

No por nada, esta Fiscalía dirige actualmente otras complejas investigaciones de crimen organizado, entre las que se cuenta la organización Los Costeños (de origen colombiano), la histórica incautación de 513 toneladas de precursores químicos para fabricar drogas, incautados en los puertos de Arica y de Iquique, y la rearticulación de células menores de Los Gallegos y el Tren del Coro.

Caen Los Gallegos, pero la guerra continúa

Ya concluida esta etapa, nuestra Fiscalía enfrenta esta nueva criminalidad con una estructura más fortalecida, toda vez que contamos con una mayor dotación de personal altamente especializado; y sumado a ello, se adquirieron nuevas tecnologías de apoyo a la investigación.

La tarea de enfrentar el crimen organizado es compleja y claro que tiene costos, pero la experiencia adquirida por esta Fiscalía Regional nos permite asumir nuevas investigaciones con la convicción que es necesario mirar más allá y que debemos trabajar en base a equipos multidisciplinarios dedicados al análisis criminal especializado.

Lo anterior, reforzado mediante un potente trabajo mancomunado del Estado en su conjunto. De esta manera podemos señalar que la labor interagencial es fundamental en la persecución de la delincuencia organizada. El mensaje es claro: Seguiremos persiguiendo y enfrentando el crimen organizado con la fuerza de todas las agencias del Estado.