Hoy mantenemos firme nuestra vocación marítima y las tareas que ello demanda.

Tras la Batalla de Chacabuco (1817), sin dejarse encandilar por las luces del triunfo independentista, el entonces Director Supremo de Chile, Bernardo O’Higgins, señaló: “este triunfo y cien más se harán insignificantes si no dominamos el mar”.

En efecto, los diversos acontecimientos bélicos del siglo XIX, desde la partida de la Escuadra Libertadora al Perú hasta la Guerra del Pacífico (1879-1883); fueron la constatación de la reflexión de O’Higgins.

Precisamente este 21 de mayo recién pasado, con la presencia del Presidente de la República Gabriel Boric, la ministra de Defensa Nacional, Adriana Delpiano y el Comandante en Jefe de la Armada, Almirante Juan Andrés de la Maza; conmemoramos el 146° aniversario del Combate Naval de Iquique y Punta Gruesa.

A los pies del Monumento a los Héroes de Iquique, autoridades de Estado, militares, cuerpos diplomáticos y la sociedad civil pudo rememorar las proezas del capitán Arturo Prat y sus hombres, quienes sacrificaron su vida poniendo en alto valores como el coraje, el patriotismo y el sentido del deber.

De la guerra a la cooperación: alianzas regionales en defensa

Hoy, a diferencia de ese período histórico, nuestro continente es una zona de paz, a lo cual Chile ha contribuido fruto de una política exterior basada en el respeto, el diálogo y la colaboración entre los Estados, que se plasma también en diversos vínculos entre las Fuerzas Armadas de América del Sur.

A modo de ejemplo, con Argentina conformamos la Fuerza de Paz Combinada “Cruz del Sur” y el Ejercicio Conjunto-Combinado “Solidaridad”; mientras que con Perú en febrero de este año, una delegación de la Armada peruana visitó nuestro país para fortalecer los lazos de cooperación entre ambas marinas, así como también cabe mencionar la participación de ambos países en el ejercicio multinacional “Resolute Sentinel 2024” junto con países como Brasil, Colombia y Ecuador, incluyendo a Estados Unidos y Francia.

Hoy mantenemos firme nuestra vocación marítima y las tareas que ello demanda, en un contexto donde los desafíos están marcados por el calentamiento global y sus consecuencias, así como los múltiples intereses en disputa respecto a los recursos económicos de los océanos y el podio estratégico que ocupa el territorio antártico.

Medidas concretas: modernización, empleo e industria naval

El gobierno encabezado por el Presidente Gabriel Boric ha impulsado una serie de medidas que apuntan a fortalecer nuestra presencia en el mar, como es la ley que aumenta la planta de oficiales de la Armada en el escalafón del Litoral, reforzando las labores de fiscalización, seguridad y vigilancia de la Policía Marítima; el aumento de la asignación que reciben los conscriptos y un conjunto de medidas que fortalecen el Servicio Militar, con miras a aumentar la cantidad de jóvenes que posteriormente nutren a las instituciones castrenses.

También, la firma y ejecución del Plan Nacional Continuo de Construcción Naval, que se propone entre sus objetivos renovar y modernizar nuestra escuadra nacional; fomentar la creación de empleo calificado y la transferencia tecnológica; potenciar la industria naval a través de ASMAR; e impulsar alianzas estratégicas entre el sector público, privado y planteles educativos.

También, desde el Ministerio de Defensa Nacional, y en particular desde la subsecretaría que dirijo, estamos trabajando junto a diversos organismos públicos en la actualización de la Política Nacional de Uso de Borde Costero, poniendo en el centro ejes como el interés general, el enfoque ecosistémico y la coordinación interinstitucional para preservar nuestras costas.

Vocación marítima y Defensa Nacional: el rumbo estratégico de Chile

Todos estos esfuerzos han sido llevados adelante en conjunto por el gobierno de Chile y la Armada. Quisiera destacar la gestión del Comandante en Jefe de la Armada de Chile, almirante Juan Andrés de la Maza, quien pronto finaliza su período, dejando una herencia valiosa para el país y el sector defensa. Dichos esfuerzos se iniciaron también en gobiernos anteriores, representando una política de Estado que nos une como chilenos y que relevan el valor estratégico de uno de los baluartes más importantes de nuestra patria, el mar.

Para seguir avanzando en esta senda, resulta pertinente invitar a nuestros conciudadanos a observar con los ojos de Prat, Condell y Aldea las aguas que bañan a Chile, para poder seguir formulando con preclara decisión las acciones y políticas que nos permitan hacer patria en el mar y cumplir con nuestros objetivos estratégicos.

A 146 años de una de las gestas heroicas más importantes de nuestra historia nacional acaecida frente a la ciudad de Iquique, es fundamental continuar con el legado de quienes dieron su vida en esos difíciles y convulsos años.

Conforme los nuevos obstáculos y vientos que soplan en la mar, hay que tomar firme el timón de nuestro destino y trabajar sin descanso por fortalecer nuestra presencia, manteniendo siempre en lo alto del mástil junto al pabellón nacional, nuestra vocación marítima y antártica.