Tenemos una tarea ardua y extremadamente desafiante para avanzar en múltiples tareas, pero el cambio lo haremos con el fin de entregar seguridad hídrica para las personas de nuestro territorio.

El Día Mundial del Agua es un llamado a reflexionar sobre la trascendencia de este recurso vital en nuestras vidas y en el desarrollo de nuestro país, desde distintos ámbitos.

Como Ministerio de Obras Públicas, tenemos una amplia gama de desafíos para garantizar el consumo de agua potable, la fiscalización de los derechos de uso de agua, la alianza público – privada para servicios sanitarios urbanos, o el desarrollo de infraestructura clave para la protección de las personas.

En general, la planificación y gestión del recurso hídrico, entre lo que encontramos desaladoras, embalses, enrocados de ríos, defensas aluvionales, colectores de aguas lluvias, entre muchos otros.

En un marco de cambio climático, los esfuerzos de todas estas áreas debemos redoblarlos.

60 años del programa de Agua Potable Rural

Este año conmemoramos 60 años de una de las políticas públicas más trascendentes y exitosas en estas materias. El programa de Agua Potable Rural (APR), ha transformado la vida de las comunidades rurales en todo nuestro país, llevando este recurso básico a lugares alejados que no cuentan con suministro para el consumo humano.

Desde su inicio en 1964, hemos sido testigos de un notable crecimiento en la infraestructura de APR, alcanzando actualmente a 2.401 sistemas en funcionamiento a lo largo de Chile.

Muchas veces en las ciudades no tenemos la claridad de la relevancia de esto: más de 2 millones de personas cuentan con este tipo de servicio financiado y construido por el Estado.

Servicios sanitarios

También celebramos un cuarto de siglo desde la incorporación del sector privado a la prestación del servicio sanitario, un paso crucial que ha contribuido a avanzar desde cerca del 90% al 100% de acceso a estos servicios en las ciudades.

Pero uno de los principales cambios ha sido en la recolección de aguas residuales y su tratamiento, pasando de 18,2% a 99,9% en esto último, en apenas 14 años.

Sin embargo, a pesar de estos logros, enfrentamos desafíos significativos.

Aún persisten sectores que dependen del suministro de agua a través de camiones aljibe, resaltando la urgente necesidad de garantizar el acceso universal a este recurso vital.

Además, los efectos del cambio climático, manifestados en eventos extremos y prolongadas sequías, nos exigen incrementar nuestros esfuerzos en materia de gestión hídrica y adaptación.

Para abordar estos desafíos, nos hemos enfocado en tres ejes: la infraestructura, la planificación y marco regulatorio e institucionalidad.

Infraestructura

En primer término, debido a que el suministro de agua potable para consumo humano es una prioridad para este Ministerio.

Durante el 2023, la Subdirección de Servicios Sanitarios Rurales de la Dirección de Obras Hidráulicas del MOP, ejecutó un presupuesto histórico. Se invirtieron 245 mil millones de pesos, una cifra que marca un récord, lo que ha significado la construcción de cerca de 25 APR por año, lo que beneficia a 12 mil personas.

En ese contexto, hoy damos un paso adelante al iniciar, junto al Presidente Boric, la construcción del Sistema de APR en Pupuya, Región de O´Higgins, proyecto que abastecerá a cerca de 4.000 personas, convirtiéndose en uno de los más grandes del país.

Del mismo modo, prevemos una inversión superior a los 600 mil millones de pesos en obras que se están ejecutando entre 2023 y 2024 por parte de las empresas sanitarias en todo el país, con especial énfasis en obras de seguridad frente a los desafíos planteados por el cambio climático.

Nuestro trabajo también se ha abocado a la escasez hídrica. El caso más urgente es el de la región de Coquimbo, cuya larga sequía pareciera, más bien, tratarse de un nuevo clima en la zona.

Por eso, las medidas debían ser tratadas con velocidad: en apenas un par de meses el Congreso Nacional aprobó una modificación legal para habilitar al MOP a construir infraestructura hídrica multipropósito.

Con esto, vamos a iniciar un nuevo camino para Coquimbo y otros lugares que lo requieran: la construcción de una desalinizadora para asegurar el consumo humano para la conurbación Coquimbo-La Serena, junto con tres plantas adicionales destinadas a los servicios sanitarios rurales, constituyen importantes inversiones pensando en las personas.

Planificación

En el ámbito de la planificación, estamos enfocados en cumplir con el mandato del Código de Aguas y la Ley Marco de Cambio Climático mediante la implementación de Planes Estratégicos de Recursos Hídricos en Cuencas.

En este sentido, tenemos previsto iniciar al menos 20 Mesas Estratégicas durante 2024 y 2025. Éstas serán la instancia participativa que nos exige el reglamento para dirigir los objetivos e implementación de estos planes.

Reconocemos que tanto la participación como la planificación son aspectos muy importantes en los recursos hídricos. Aspectos ampliamente respaldados por expertos en la materia.

Antes de fin de año, concluiremos el Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático en Recursos Hídricos, y nos preparamos para iniciar una Política Nacional de Seguridad Hídrica que integre los diagnósticos y procesos participativos previos apuntando hacia una visión de Estado a largo plazo.

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Estas iniciativas están en concordancia con las recomendaciones emitidas por la OECD en marzo de este año, fortaleciendo nuestro compromiso con una gestión hídrica integral y eficaz.

Finalmente, en cuanto a la Institucionalidad y marco regulatorio es fundamental la eficiencia en la gestión hídrica, lo que no solo depende de inversiones y planificación, sino también de una actualización del marco regulatorio e institucional.

Agradecemos al Congreso Nacional por su diligencia en la tramitación de nuestros proyectos de ley, que han permitido implementar reformas importantes, como la exención del IVA para los APR y la reducción de tarifas eléctricas en horarios punta.

Además, continuamos avanzando en proyectos de ley, como la mejora en el procedimiento de fiscalización de la DGA y la regulación de la extracción de áridos, fundamentales para fortalecer nuestra gestión hídrica.

En este contexto, celebramos el cierre exitoso de la primera etapa de la Mesa Única Nacional, una iniciativa liderada por el MOP que reunió a dirigentes de Servicios Sanitarios Rurales de todo el país, representando a más de 2 millones de personas.

Nos hemos congregado para generar un espacio de diálogo social, enriquecido por la participación de dirigentes de zonas rurales, con el propósito de concordar un documento que proponga mejoras a la legislación vigente de la Ley General de Servicios Sanitarios Rurales, las cuales serán presentadas al Congreso durante este año.

En conclusión, tenemos una tarea ardua y extremadamente desafiante para avanzar en múltiples tareas, pero el cambio lo haremos con el fin de entregar seguridad hídrica para las personas de nuestro territorio.