En los difíciles momentos de desencuentro, de polarización y de incapacidad de diálogo que vive la humanidad, y Chile en particular, Congreso Futuro se alza como un espacio de encuentro de mundos que pocas veces se encuentran y que son fundamentales para construir un futuro común.

El pensamiento nuevo no emerge de una persona iluminada, sino que de la amalgama de visiones distintas. La inteligencia es colaborativa y sin futuro común no hay futuro.

Congreso Futuro une, tras un mismo sueño, a izquierdas y derechas, a universidades públicas y privadas, a la Academia de Ciencia y empresarios, a la sociedad civil, a los territorios, a la ciudadanía en general… Ese es un valor universal que muy pocos países pueden exhibir.

Congreso Futuro es un bien público, inclusivo, colaborativo y gratuito, porque tiene a la generosidad y altruismo como valores y motores fundamentales de su desarrollo.

Este año, además de las charlas de 109 relevantes expositores (40 de ellos chilenos), sumamos al evento de divulgación científica más importante de Latinoamérica, conversatorios -donde los asistentes dialogaron con los charlistas- talleres formativos, el uso empírico de la Inteligencia Artificial y la robótica para considerar sus utilidades y amenazas, así como exposiciones artísticas, prácticas inmersivas, feria literaria…

Una multiplicidad de experiencias concretas, cara a cara, con procesos de ciencias, innovativos y de cuestionamientos que permiten abrir ventanas y puertas para mirar y avanzar más lejos.

Sin duda, que está nueva faceta de Congreso Futuro fue determinante para duplicar la asistencia presencial -de 30 a 60 mil personas- especialmente de un mundo joven, representantes de distintas expresiones sociales, que de alguna forma se tomó el evento.

Esencial en esa exitosa experiencia fue el Centro de Extensión del Instituto Nacional (CEINA) cuyos numerosos espacios repartidos en cinco pisos sostuvieron sin problemas todas las diversas facetas del evento.

Embajadores comunales

Este año, a quienes asistieron a varias charlas, les dimos el diploma de Cátedra del Futuro, con el fin de fortalecer su vínculo con la actividad y no que sólo sea una anécdota interesante, pero aislada, sino que un importante eslabón en el futuro que se están forjando.

Desarrollaremos un programa de formación -virtual cada 15 días y presencial cada trimestre- para fraguar una generación que entienda el futuro, que comprenda las oportunidades y amenazas y así fortalezca las primeras y mitigue las segundas.

La idea es transmitirles a jóvenes -seleccionados por municipios, universidades o instituciones- una mirada multidisciplinaria en ciencias, filosofía, inteligencia artificial, cambio climático, animalismo, energías renovables, hidrógeno verde, etc.

Pretendemos formar embajadores del Congreso Futuro, ojalá por comuna y/o barrios, que animen conversaciones de esperanza, de unidad, de encuentro y sean líderes de alfabetizar el uso de estas plataformas para recuperar la plaza pública, las redes sociales, con contenidos que no sean distópicos y lesivos de la convivencia democrática.

Recuperar la convivencia

Hoy vivimos encerrados en las casas, paralizados por el miedo, mecanismo evolutivo diseñado para reaccionar sin pensar, que nos deja vulnerables a la manipulación emocional.

Los medios de comunicación usan el miedo para capturar nuestra atención y asegurar la subsistencia. Pero, así como los Panamericanos permitieron a la TV mostrar emoción y valores positivos durante un mes, Congreso Futuro tuvo una semana para incrementar las conexiones neuronales con conocimientos nuevos, fascinantes, pacíficos y enriquecedores.

Congreso Futuro junto con ser una reflexión del presente y el porvenir, que ya son contemporáneos, tiene un importante rol sanador que se manifiesta claramente cada enero desde hace trece años.

Por ello hemos incorporado las expresiones artísticas al evento científico, porque arte y ciencia se fundan en la capacidad creativa. La ciencia es una forma de arte y el arte una forma de ciencia, en el sentido que en ambos tienen que ver con la curiosidad y la busca permanente de crear mundos nuevos. No hay ciencia, ni arte sin curiosidad y capacidad creativa.

Los grandes científicos y científicas son grandes creadores y estéticos, persiguen la belleza en forma de supernova, de bacteria, etc.… Hay una relación indisoluble entre arte, belleza, creatividad y ciencia.

A la hora de los balances me quedo con ver los pasillos, la sala principal, las salas paralelas, las exposiciones, la feria científica y literaria… todas las actividades repletas de personas buscando, curiosas, entretenidas, felices.

Además, muchas de estas actividades se replicaron en todas las regiones del país y la red también tuvo una audiencia muy importante.

Durante este año los más de mil 200 científicos e intelectuales seguirán, al alero del Congreso Futuro, de manera gratuita y en comisiones específicas, elaborando un proyecto país de futuro que permita aprovechar todas las oportunidades que este siglo nos ofrece.

Pero, además, junto con hacer Futurista, CF jóvenes, CF en tu comuna y otras iniciativas, queremos internacionalizar el Congreso Futuro y estamos trabajando para realizarlo en Madrid y para ello contamos con el apoyo de Andrés Allamand, secretario general iberoamericano. En abril pretendemos realizar un CF piloto en Bolivia y en octubre en Marruecos. Es decir, seguiremos intentando hacer posible lo imposible.