VER RESUMEN

Resumen generado con una herramienta de Inteligencia Artificial desarrollada por BioBioChile y revisado por el autor de este artículo.

La cervecería chilena artesanal HBH Pío Nono se declara en quiebra tras casi dos décadas en Ñuñoa. La Sociedad Comercializadora de Cervezas Pío Nono solicitó liquidación voluntaria. Fundada en 1994 en Temuco, se expandió a la capital en 1997. En 2018 y 2019, tenía proyecciones de ventas positivas, pero la pandemia golpeó al sector. Dificultades financieras, reactivación del comercio con restricciones, incumplimiento de créditos Fogape y alzas de hasta un 40% en precios, llevaron a la caída.

La cervecería chilena artesanal HBH Pío Nono se declaró en quiebra a poco menos de dos décadas desde que se instaló en la comuna de Ñuñoa, a fines de los años noventa.

La noticia se conoció luego de que la Sociedad Comercializadora de Cervezas Pío Nono Limitada, en proceso concursal y representada por Sebastián Trombert, solicitara su liquidación voluntaria.

El abogado de la empresa, Gonzalo Espinosa, explicó que la sociedad inició en Temuco en 1994. El representante la califica como “pionera en empezar a ofrecer servicio de ventas de cervezas artesanales a sus clientes“, afirmó el representante legal según el Diario Financiero.

Espinosa agregó que, debido a los buenos resultados y a factores de mercado, la firma se expandió hasta la capital en 1997, radicándose definitivamente en Ñuñoa.

En 2018 y 2019, la sociedad tenía “una proyección de ventas muy auspiciosa“. Sin embargo, con la pandemia comenzaron las dificultades que afectaron al rubro de restaurantes, bares y recintos comerciales asociados.

La caída de la cervecería artesanal de Ñuñoa

El abogado apuntó a la reactivación del comercio bajo estrictas condiciones. También mencionó complicaciones para cumplir con los compromisos del crédito Fogape al que accedieron.

A ello se sumó la prórroga solicitada a instituciones financieras para el pago de cuotas, lo que implicó un alto interés ligado a los montos. Este mecanismo se mantuvo solo por un tiempo, pero Espinosa aseguró que “fue imposible de mantener“.

Posteriormente, las ventas disminuyeron de manera considerable. Además, señalaron que los clientes dejaron de asistir a locales, sumado a la situación económica y de seguridad del país, así como a los cambios de horario durante la pandemia.

Frente a este escenario, indicaron que una medida de “supervivencia” fue traspasar a los consumidores el aumento de precios aplicado por los proveedores. No obstante, reconocieron que eso “no es sostenible“. Incluso, reportaron alzas de hasta un 40 % en algunos casos.

“A pesar de los esfuerzos realizados, mi representado no ha logrado alcanzar los niveles de rentabilidad que tenía el negocio con posterioridad a la pandemia“, afirmó el abogado en su reseña a la justicia.