Un terremoto de una magnitud de hasta 7,5 podría generar la falla de San Ramón, según expertos, el que podría ocurrir mañana o en los próximos 500 años, al igual que cualquier terremoto que podría ocurrir en nuestro sísmico país. Una experta explicó cuál es el tipo de movimiento telúrico que podría generar la falla y qué podría generar.

Sigue en el debate el resultado de una comisión investigadora de la Cámara de Diputadas y Diputados, que solicitó cambiar los planes reguladores de la capital para evitar construir en la falla de San Ramón en la capital.

A dicha conclusión se llegó luego de escuchar a expertos que informaron que la falla está activa y podría generar un terremoto de magnitud 7,5, el que podría ocurrir mañana o en los próximos 500 años. O sea, en cualquier momento igual como todos los movimientos telúricos.

Al respecto, la doctora en Geología e investigadora postdoctoral del Instituto Ciencias de la Ingeniería de la Universidad Estatal de O’Higgins, Alejandra Serey, detalló las características que podría tener dicho terremoto.

“Lo primero que se debe tener claro es que en nuestro país tenemos distintos tipos de sismicidad. A la que estamos más habituados es la actividad por la zona de subducción, es decir, terremotos que ocurren entre las placas Nazca y Continental, que tienen una profundidad de más o menos 35 – 50 kilómetros y una magnitud de 8 o 9. Esto es lo que se pudo constatar en el terremoto de 2010, de 1985 o 1960″, dijo en un comunicado.

Agregó que “hay otra sismicidad que también la tenemos, producto de las zonas de fallas activas, como, por ejemplo, la falla de San Ramón”. Se trata de los terremotos corticales superficiales.

Dichos movimientos “son más destructivos, porque tal como lo dice su nombre, son movimientos superficiales, con una profundidad de 9 o 10 kilómetros. En el caso de Santiago, todo lo que se ve como frente cordillerano ha sido alzado por la falla de San Ramón, y quizás muchas otras ciudades tienen un frente cordillerano que ha sido alzado por una falla activa”.

Por ello, advirtió que no solo Santiago corre el riesgo de tener un terremoto de dichas características, los cuales no son tan habituales. De hecho, en 17 mil años la falla de San Ramón solo ha tenido dos eventos importantes.

“El próximo terremoto que se puede originar es de 7 o de 7.5, puede que no sea una magnitud tan alta, como otros que han sucedido en nuestro país, pero al estar tan cerca de la superficie, con una profundidad de 10 kilómetros, genera mayor movimiento en la superficie y por ende, mayor daño“, añadió.

Un movimiento telúrico de dichas características podría generar deslizamiento y caída de rocas, avalancha de detritos y flujos.

“Hice exactamente un geomodelo conceptual del peligro de remociones en masa comparativo entre un terremoto superficial y uno por subducción para un ambiente de frente de montaña colindante a una zona urbana como Santiago. A pesar de que estos últimos pueden alcanzar una mayor magnitud, al no ser tan superficiales, se genera menor daño. Me da mucho gusto que este tema esté en el Congreso, porque visibilizar los peligros geológicos ha sido un gran desafío para todos los académicos y académicas que estamos en esta área”, explicó.