Buin Zoo presentó a “Popo” e “Ichiha”, la primera pareja de Pandas Rojos (Ailurus fulgens) que recibe el zoológico y que son parte de un importante proyecto de conservación a nivel mundial de esta especie.
Ambos animales arribaron en marzo al zoológico provenientes del Nifrel Park de Japón tras varios años de conversaciones entre ambas instituciones. Lamentablemente, debido al cierre temporal de Buin Zoo por la pandemia y la enorme crisis financiera que esto produjo, prácticamente 9 meses después el público podrá conocer a la especie, de la cual sólo quedan 3.000 ejemplares aproximadamente en todo el mundo, incluyendo los 626 que se encuentran en zoológicos bajo cuidado humano.
Con el apoyo de Banco BCI, se pudo construir un recinto diseñado especialmente para cumplir con los exigentes requerimientos del animal, siendo el principal la necesidad de contar con espacios interiores y exteriores que permitan tener un control de la temperatura del animal y evitando así, por ejemplo, exponerlo a más de 25°C, ya que son extremadamente sensibles al calor.
La llegada de los Pandas Rojos a Buin Zoo se enmarca dentro de un proyecto de conservación de esta especie donde todos los zoológicos que cuentan con estos individuos componen una metapoblación sobre la cual se realizan diversos estudios que entregan información para evitar su extinción en su hábitat natural.
En ese contexto, el zoológico ha desarrollado durante más de 10 años el proyecto de conservación más importante del mundo del Zorro de Darwin, investigando sobre su susceptibilidad a enfermedades como el distemper canino y la prevención del mismo. Este mismo proyecto le abrió las puertas para llevar a cabo la investigación en Pandas Rojos y su vacunación para evitar la posibilidad de contraer esta enfermedad, una condición que tanto Pandas Rojos como Zorros de Darwin comparten.
Especie en peligro
Esta especie se encuentra categorizada como “En Peligro” por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN), debido a que su población silvestre se ha reducido en un 50% durante los últimos 20 años por causas como:
– La destrucción y fragmentación de sus hábitats por la deforestación, la ganadería y el crecimiento poblacional en esa región.
– Las enfermedades infecciosas y los perros asilvestrados, que además de trasmitir patógenos también matan a los pandas rojos.
– La cacería y el tráfico ilegal de sus pieles el cual se ha visto incrementado en los últimos años.
“Popo” e “Ichiha” tienen 6 años. Son adultos en plena edad reproductiva y parte del trabajo con la especie, además de la investigación, será la reproducción de estos ejemplares y así poder disminuir su estado de conservación y eliminando el peligro de su desaparición.
Considerando que su especie puede vivir hasta 14 años en promedio bajo cuidado humano, “Popo” e “Ichiha” tienen aún una larga estadía en Buin Zoo y esperan que pronto tengan crías.
