El pasado viernes la calle Irene Morales de Santiago, que conecta Merced con la Alameda a metros de Plaza Baquedano o también llamada Plaza de la Dignidad, tuvo un cambio de nombre simbólico.

Según varios asistentes a la ceremonia, quienes colgaron registros del momento en redes sociales, la pequeña calle fue rebautizada como “Mauricio Fredes” en honor al integrante de la “primera línea” que cayó a un agujero que estaba en la intersección de Irene Morales con la Alameda.

Pero, ¿quién es Irene Morales? Puede no ser casualidad que su nombre esté cerca de la Plaza Baquedano, donde está el monumento al general Manuel Baquedano: Morales combatió en la Guerra del Pacífico y tuvo que hacerse pasar por hombre para ello.

La mujer nació en el sector de La Chimba en la capital, según consigna el sitio Memoria Chilena, perteneciente a la Biblioteca Nacional. Al trasladarse a Antofagasta, se casó con un hombre que fue fusilado por el homicidio de un hombre de nacionalidad boliviana, lo que la motivó a enlistarse en el Ejército para pelear en la Guerra del Pacífico, específicamente en el batallón del 3º de Línea.

Pero, como era mujer tuvo que vestirse de para poder combatir. Sin embargo, fue descubierta y, ante su gallardía, la topa la aceptó. Así, ejerció como cantinera, pero también en el campo de batalla.

“Se destacó como soldado en la batalla de Dolores, y en virtud de esto el general Manuel Baquedano la nombró oficialmente cantinera del regimiento. No obstante, siguió combatiendo en distintas campañas, entre ellas, Tacna, Chorrillos y Miraflores”, se dice de ella en Memoria Chilena.

Finalmente, Morales recibió el grado de sargento y murió tras regresar a Santiago, sin mayor reconocimiento, por allá por 1890.

Polémica

Por ello, la idea de rebautizar la calle generó molestia, especialmente en aquellos que están en contra del movimiento social, quienes utilizaron las redes sociales para criticar la idea.

También el exrector de la Universidad de Chile, Luis Riveros, se manifestó en contra.

Pero, también hubo voces que apoyaron la modificación simbólica.

Sin embargo, los cambios de calles no son tan simples, ya que estos deben ser aprobados por los concejos de cada municipio, en este caso, de Santiago.

Por ello, para que el cambio se concrete debe existir una iniciativa formal y debe ser aprobada por los miembros del concejo.