El próximo viernes 6 de julio se realizarán las elecciones internas para escoger un nuevo rector en la Universidad de Santiago (Usach)

Las personas que están compitiendo para el periodo 2018-2002 son el actual rector de la institución, Juan Manuel Zolezzi; el académico de la Escuela de Arquitectura, Rodrigo Vial; el decano de la facultad de Humanidades, Marcelo Mella; y el subdirector de Investigación del Departamento de Ingeniería Informática, Víctor Parada.

El candidato Marcelo Mella se refirió a los planes que tiene si llega a ser elegido como rector y también entregó un análisis de del actual movimiento estudiantil.

Sobre lo que pretende hacer, Mella indicó que “un nuevo estatuto en la que todos tengan participación activa en la toma de decisiones, en la medida en que todos somos destinatarios de las decisiones de la máxima autoridad de esta universidad”.

Bajo este punto también llamó a los demás candidatos a que “el tema de la participación sea crucial en nuestro nuevo estatuto orgánico, que se puede plebiscitar perfectamente el primer semestre del próximo año. El gran costo de tener un estatuto de 1981, generado en dictadura, es que reproduce prácticas en democracia que son por completas inadecuadas para un espacio educativo como éste”.

Además se refirió a los doce años que lleva el actual rector en el cargo. “La prolongación por tiempo indefinido de las autoridades tiene efectos no deseados y, lo más grave, debilita las instituciones. Es la expresión de lo que llamo madurismo universitario”.

“Uno sabe que las razones un directivo es elegido en una primera elección no es la misma en una segunda o en una tercera y que en general la perpetuación favorece la informalidad en la relación entre la autoridad y los académicos, incluso clientelismo”, agregó.

En su visión, la Universidad de Santiago podrá aspirar a una mejor posición externa “si consolida un modelo de gobernanza con alternancia y sin personalización”, ya que, según agregó, “creemos que la perpetuación y personalización del poder en universidades como la nuestra favorece inequidades”.

Movilización estudiantil

En cuanto a la movilización estudiantil, Mella indicó que “debemos tener una agenda de trabajo como institución pública en donde no actuemos de manera reactiva (…) Es necesario intervenir los procesos educativos pues hay una dimensión curricular, formativa, donde evidentemente es necesario intervenir para no reproducir sentidos comunes que se han quedado atrás”.

“Por otra parte tenemos la obligación como universidad del Estado de tener procesos más eficientes y efectivos para resolver los conflictos. No puede ser que un sumario que demora tres o más años sea el mecanismo de resolución frente a eventual vulneración de derechos”, agregó.

Además, indicó que a su parecer, la movilización estudiantil podría declinar, pero no desaparecer. “Por un lado la Confech, que hoy -a diferencia de 2010 cuando salió a la calle y junto a la ACES puso el tema en la agenda- está conformada por unas sesenta federaciones estudiantiles, en su mayoría de universidades privadas”, indicó.

Y luego añadió que “la participación en las elecciones estudiantiles es baja o muy baja, y hay mucha dispersión interna”.

Sin embargo, comentó que “lo que sí queda demostrado es que hoy los estudiantes están disconformes con los resultados de la reforma educacional, esto a pesar de que quienes fueron sus dirigentes destacados actualmente y desde hace casi cinco años son parlamentarios, y muchos de sus cuadros técnicos fueron funcionarios públicos en carteras relacionadas”.

Rol de la Usach

“Nuestra universidad desempeña un papel irrenunciable en la construcción de un país más justo, lo que nos compromete y nos impone una ética de trabajo a todos quienes somos parte de esta comunidad”, indicó el actual decano de la Facultad de Humanidades.

Además, señaló que para la universidad el horizonte debe ser la excelencia.

Mella sostuvo que “esto pasa por gestionar la universidad para crear el mejor ambiente posible para toda la comunidad; perfeccionar procedimientos para trabajar con eficacia; generar condiciones apropiadas para que nuestros investigadores puedan desarrollar de manera óptima su labor; organizar el trabajo para permitir que el tiempo de nuestros docentes sea dedicado a sus actividades propias y no a labores administrativas; entregar a nuestros funcionarios mejores condiciones laborales y mayor seguridad”.