Los hechos se remontan a 2015, cuando una menor de 12 años le confesó a su profesor de matemáticas que había sido víctima de abuso sexual por parte del padre de su mejor amiga, en la comuna de San Clemente, en la región del Maule.

Pero en vez de prestarle apoyo, el docente se aprovechó de su alumna.

El imputado, de 62 años, mantuvo relaciones sexuales con la víctima durante casi dos años, e incluso la convenció de que ambos tenían un romance.

El hecho quedó al descubierto cuando un familiar de la joven, hoy de 16 años, utilizó el teléfono móvil de la menor y descubrió una serie de mensajes de connotación sexual con el docente, vía Whatsapp. Con ello, la víctima confesó una “relación sentimental” con su profesor de matemáticas.

La Fiscalía y la PDI de Talca constataron 4.800 mensajes en la aplicación, donde además había fotos explícitas. Además, confesó que todos los actos sexuales se consumaban en el automóvil del imputado, cuando la llevaba a su casa.

Prófugo por depresión

El imputado estaba prófugo de la justicia y fue buscado durante ocho meses por la PDI. Luego, desde el Departamento de Administración de Educación Municipal (DAEM) de San Clemente informaron que se encontraba con licencia médica por una “depresión severa”.

En el intertanto, los detectives detuvieron al primer abusador de la víctima, quien ya está privado de libertad.

Así, este sábado el docente se entregó al Juzgado de Garantía de Talca. En la audiencia se entregaron antecedentes del fiscal, Carlos Altermatt, y la abogada querellante, Grace Salazar, de acuerdo a las pericias de la PDI. Ambos exigieron la medida cautelar de prisión preventiva.

Sin embargo, la defensa acusó que se trataba de relaciones sexuales consentidas, lo que fue rebatido por el fiscal, la abogada y el juez, Humberto Paiva.

“En el caso de menores de 14 años, siempre constituyen un delito de violación que, por otra parte, será invocado en calidad de reiterado. La penalidad probable que arriesga, en todo caso, sería superior a la del presidio menor en su grado máximo, pudiendo llegar, incluso, a penas bastante superiores por la reiteración de los hechos”, sostuvo Altermatt.

Por su parte, Salazar dijo que “en el particular caso del imputado, era el profesor de matemáticas en la escuela donde la víctima cursaba séptimo y octavo básico. Hubo abusos reiterados. La pena que él arriesga es superior al presidio mayor en su grado medio, o sea, estaríamos hablando entre 10 años y un día a 15 años, aproximadamente, porque tiene reiteración en los hechos”.