El hombre de 83 años disparó su escopeta, debidamente inscrita según Carabineros, contra el menor que ingresó a su domicilio. Tras las diligencias policiales, se estableció que el menor herido reside en un hogar de Mejor Niñez.

Un hecho policial se registró en la Avenida Colón, en la comuna de Talcahuano, región del Bío Bío. Allí, cerca de las 17:00 horas de este domingo, un hombre de 83 años disparó con una escopeta a un menor de edad que ingresó a su domicilio presuntamente a robar elementos de construcción.

Según informó Carabineros, el dueño de casa se percató de la presencia del intruso, quien portaba un objeto que parecía ser un arma de fuego, y le disparó “en legítima defensa” consigna el parte policial, causándole heridas graves en la pierna derecha.

El menor, que se encontraba en un hogar de menores, fue identificado por su nombre y trasladado al Hospital Las Higueras de Talcahuano. El adulto mayor, que tenía su arma debidamente inscrita, también fue retenido por orden del fiscal de turno.

El hecho generó conmoción entre los vecinos del sector, quienes expresaron su preocupación por el aumento de la delincuencia y la inseguridad.

“Tuve que disparar a la persona”

En entrevista con Radio Bío Bío, el dueño de casa de iniciales N.I.N.D., expuso que todo comenzó el pasado viernes 8 de septiembre, en momentos en que él estaba dializándose. El adulto mayor expuso que desconocidos botaron parte de una pandereta trasera a su domicilio, por donde ingresaron a robarle cosas.

Por lo mismo, dijo que el arma la tenía para proteger su propiedad. “Cuando llegué a la casa encontré que el árbol faltaba y habían roto la pandereta. Ahí ya empezó la gente a meterse a robar fierros, a robar madera. Vinieron varias veces. Alcancé a pillar a alguno, disparé al aire y por segunda vez tuve que disparar a la persona (…) yo no sabía que era un menor de edad“, dijo el dueño de la residencia.

Consultado por el blanco de los robos, expuso que se trata de un local desarmado. “Lo que más han robado es lo que desarmamos nosotros. Madera y fierro. Están continuamente metiéndose para ir al local. Ya no me dan ganas de ir a mirar. Lo quitaron porque cada vez que voy a mirar, voy a pillar a uno que está saliendo con cosas de ahí. Tenía ventanas con fierros, varias cosas. Habíamos desarmado un local”, concluyó.