La familia del botero Exequiel Arriagada, desaparecido en Laja hace más de una semana, atraviesa un período de angustia extrema tras no tener novedades sobre su paradero.

Su hija Ingrid relató que su madre, hermanos y tíos no tienen ánimo ni apetito. Su madre se ha sumido en un dolor profundo y no ha parado de llorar.

Dijo que es más doloroso que cuando a una persona le informan que sufre una enfermedad terminal.

Un dolor que aumenta al acercarse una fecha tan sensible como Fiestas Patrias, donde todos los años, dijo, se reunían como familia a celebrar.

Espera que pronto haya novedades y confía en que las pericias de la PDI al celular de su padre y el sobrevuelo de la gobernación marítima al Río Bío Bío por parte del Ministerio Público, pueda traerles el consuelo que tanto necesitan.