Asimismo, el fiscal Osvaldo Ossandón expresó que "no existen informes que den cuenta de acelerantes en los lugares periciados".

Se conocieron nuevos antecedentes respecto a los incendios que arrasaron con hectáreas y viviendas en Viña del Mar, ya que los cuatro puntos donde presuntamente se usó acelerantes y combustibles estaban a 1,7 kilómetros de distancia uno de otro.

Esto último, según fuentes de Radio Bío Bío, en referencia a los focos simultáneos reportados en el sector de Las Tablas, en el Lago Peñuelas.

Al respecto, Osvaldo Ossandón, fiscal a cargo de la indagatoria del siniestro que afectó a la Ciudad Jardín, afirmó que “no existen informes que den cuenta de acelerantes en los lugares periciados”.

En lo referido a la intencionalidad, Ossandón aseveró que “es una de las hipótesis que se trabajan”.

Volviendo a los focos ya mencionados, el fiscal precisó que en estos “presumiblemente se entiende que habría participación de carácter humano”.

Además, se indicó que la indagatoria -en la que es parte la Bidema y el Lacrim de la PDI- está en calidad de “reservada, con diligencias en curso y sin detenidos a la fecha”.

En ese sentido, personal de el Lacrim ha trabajado el sitio del suceso en más de dos ocasiones.

En específico, este último está ubicado -se indicó- a alrededor de 25 kilómetros de distancia del lugar donde se produjeron los grandes estragos.

A su vez, se sostuvo que se recogieron muestras de suelo y de sustancias de distinto tipo en el foco de inicio donde se produjo el fuego que generó enormes daños en la Reserva Nacional Lago Peñuelas.