Conectar Valparaíso y Viña del Mar con Santiago en 45 y 39 minutos respectivamente, reduciendo prácticamente a la mitad el tiempo actual de viaje. Habilitar un servicio de trenes de alta velocidad para pasajeros junto a otro de carga para mejorar la competitividad económica de la macro zona central. Alcanzar a más de 8 millones de habitantes, mejorando su calidad de vida.
Incluso, reducir los niveles de contaminación atmosférica y acústica al disminuir el número de camiones en las ciudades puerto.
Estas son algunas de las promesas del proyecto del consorcio chino-chileno TVS, quienes proponen instalar en Chile el primer tren de alta velocidad de Latinoamérica.
Todo esto sin gastos para el Estado, pues todos los costos de la inversión serían asumidos por el consorcio privado.
Y no se quedaría ahí, porque los planes incluyen conectar esta linea con el Puerto a Gran Escala de San Antonio, otro de los proyectos más ambiciosos de la zona, y que comenzaría a materializarse a partir de 2026.
Los empresarios ya han presentado la idea a parlamentarios, al alcalde de Valparaíso y, según el senador Chahuán, el presidente electo Sebastián Piñera “conoce el proyecto, conoce la necesidad de un tren rápido entre Santiago y Valparaíso, y ciertamente va a apoyar un proyecto de esta naturaleza“.
Por todo esto, el entusiasmo, las expectativas, y las dudas en torno al proyecto crecen.
Según el consorcio, estos son los detalles más relevantes del futuro tren de alta velocidad.
