Fue finalmente liberada de los cargos la funcionaria de la Fiscalía de Chillán a quien el Ministerio Público investigó y acusó por el hurto de cápsulas de café avaluadas en 1.800 pesos.

Tras un largo proceso y los millones de pesos gastados por el organismo persecutor en la causa, una jueza decretó el sobreseimiento en favor de la imputada.

Este insólito caso comenzó el 4 de octubre de 2019 cuando Mariela Ripoll Yévenes fue denunciada, iniciándose de inmediato la pesquisa para la cual la fiscal regional Nayalet Mansilla designó a un persecutor especial, el fiscal jefe de Yungay, Mario Lobos.

En marzo de 2020, y tras una serie de diligencias, incluida la incautación de cámaras de seguridad y peritajes a cargo de la PDI, fue presentada la acusación contra la hoy exempleada del Ministerio Público, pidiéndose dos penas de 20 días de cárcel además de una multa de 100 mil pesos.

Cedida

Este miércoles ante el Juzgado de Garantía de Chillán el fiscal Lobos insistió en la acusación contra Mariela Ripoll por el hurto de seis cápsulas de café desde la oficina del abogado asistente, Richard Urra, cargos que el abogado defensor Rodrigo Vera, rebatió, solicitando el sobreseimiento de su clienta.

A la jueza Paulina Rodríguez le bastó el primer argumento, la insignificancia del hecho imputado, para dictar el sobreseimiento.

Consultado por el interés y la fuerza utilizada por la Fiscalía para perseguir a la funcionaria, el abogado defensor fue categórico al sostener que lo que hizo el Ministerio Público fue utilizar los tribunales para solucionar un problema interno del organismo.

Desde la Fiscalía Regional de Ñuble señalaron escuetamente que respetaban el fallo, pero insistiendo en la validez de una investigación que a diferencia de los 2 mil pesos supuestamente hurtados, costó varios millones de pesos en diligencias, peritajes y horas de trabajo de fiscales, detectives de la PDI y personal judicial.