Alcalde de Pucón confirma que aguas negras de casas antiguas terminan en Lago Villarrica

El alcalde de Pucón, Sebastián Álvarez, reconoció que una gran parte de las aguas negras provenientes de viviendas antiguas entre la comuna y Villarrica terminan directamente en el lago.

Mientras tanto, el controvertido Plan de Descontaminación del lago se encuentra en su fase final antes de ser aprobado, con un enfoque específico en estos vertimientos.

El debate se intensificó luego de conocerse que, por décadas, en Curarrehue las aguas servidas se han descargado directamente al río Trancura, un caudal que finalmente desemboca en el propio lago Villarrica.

Solo existen dos plantas de tratamiento de aguas servidas en la zona: una en Pucón y otra en Villarrica, ambas operadas por Aguas Araucanía; sin embargo, en el tramo que une ambas comunas y que está rodeado de casas, cabañas y edificios, no cuentan con una administración y, por lo tanto, cada residencia es responsable de sus propios desechos.

Aguas negras decantan en lago Villarrica

Consultado por el tema, el alcalde de Pucón, Sebastián Álvarez, confirmó que si bien las nuevas edificaciones cuentan con sus propios sistemas de tratamiento, las aguas negras de gran parte de las viviendas más antiguas decantan en el lago.

La autoridad comunal dijo que es una situación lamentable que se arrastra por muchos años y que esperan se regule con la implementación del nuevo plan de descontaminación.

Esta situación fue confirmada también por el seremi de Medio Ambiente en La Araucanía, Félix Contreras, al reconocer que en esa ruta no existe una empresa sanitaria a cargo, lo que implica la ausencia de un sistema de alcantarillado formal.

No obstante, la autoridad dijo desconocer si existen vertimientos directos al lago y que, de ser así, no se compara a la situación de Curarrehue.

Contreras anunció que la próxima semana se lanzará en la zona lacustre una aplicación que permitirá a las personas denunciar cuando aparezcan algas.

Este fenómeno ocurre principalmente en verano y alcanza su mayor intensidad en la temporada de máxima saturación del balneario, cuando incluso se utilizan banderas para indicar si el agua es apta para el baño.