La Contraloría detectó diversas irregularidades en el Departamento de Salud Municipal de Villarrica e instruyó iniciar una investigación sumaria.

En el informe final de la auditoría se advierte la compra de fármacos a proveedores privados a través de la página web de Mercado Público, constatándose que estas se realizaron sin que el Departamento de Salud Municipal haya efectuado previamente una reprogramación con la intermediación de la Central de Abastecimiento del Sistema Nacional de Servicios de Salud (Cenabast).

Por consiguiente, tras la comparación de los precios de medicamentos adquiridos por el departamento de salud municipal con los valores de la Cenabast para el año 2017, se comprobaron diferencias de valores unitarios para un mismo fármaco, las que en algunos casos superaron el 39%.

La Contraloría constató que la entidad edilicia adquirió a la empresa “Laboratorios Recalcine S.A.” 600 unidades del medicamento denominado “Budesonida” por el valor de 1 millón 999 mil 200 pesos. Sin embargo, la municipalidad pudo haber ahorrado 1 millón 260 mil pesos en caso de haber adquirido mediante Cenabast.

Se advirtió diferencias entre el stock que figura en el sistema de control de medicamentos y el conteo en el proceso de toma de inventario, observándose faltantes y sobrantes, vulnerando con ello lo establecido en la resolución 30 de la entidad fiscalizadora, que fija normas de procedimiento sobre rendición de cuentas.

Debido a lo anterior, la entidad fiscalizadora instruyó un procedimiento disciplinario con el objetivo de determinar las eventuales responsabilidades administrativas.

Por otra parte, la Municipalidad no efectuó cobros de medicamentos a pacientes no beneficiarios legales, vulnerando la ley Orgánica Constitucional y el Estatuto Administrativo para Funcionarios Municipales.

Por esta situación se ordenó elaborar un arancel, donde se establezcan los precios por prestaciones médicas y cobrar por los medicamentos asociados a dichas acciones.