Cuando José Antonio Kast renunció en 2016 a la UDI se sintió el golpe dentro del partido. Ligado al gremialismo desde los años 80 y discípulo preponderante de Jaime Guzmán, Kast se había erigido en una de las figuras más influyentes de la tienda. Desde entonces, intentó desbordar a su antigua casa política con una derecha más dura y dogmática. Y hoy lo consiguió: con 7 millones 246 mil votos, se convirtió en el Presidente de Chile más votado de la historia.
Su amplia victoria lo consolida, además, como el líder natural del sector: Chile Vamos quedó relegado a un segundo plano y desde el deceso de Sebastián Piñera no pudo levantar un liderazgo que representara a una derecha más liberal. La misma que encarnaba el fallecido Mandatario.
En este escenario, Kast se convertirá en el primer presidente de espíritu gremialista de Chile y abiertamente defensor de la dictadura de Augusto Pinochet. Un camino que comenzó a pavimentar desde el aplastante triunfo del rechazo en 2022.
Leal a Jaime Guzmán
Kast conoció a Jaime Guzmán en los años 80 en la Universidad Católica. Así, inició su participación en el gremialismo, por el que fue candidato a la presidencia de la Federación de Estudiantes de la Universidad Católica en 1988.
A diferencia de Sebastián Piñera, el otro presidente de la derecha desde el retorno a la democracia, José Antonio Kast participó de la franja y votó por el Sí en el plebiscito de 1988.
Después de haber ejercido como abogado durante los noventa, llegó al Congreso en 2002, representando a Buin, Calera de Tango, Paine y San Bernardo. En su primer periodo fue un férreo opositor de la ley de divorcio.
Kast intentó ser presidente de la UDI en 2008 y 2010. En ambas ocasiones perdió con Juan Antonio Coloma. Cuando presentó su renuncia aseguró que el partido se había alejado de los valores impulsados por Jaime Guzmán.
Dos tradiciones
En 2018 lanzó su primera candidatura presidencial, representando una derecha más conservadora frente a la opción de Sebastián Piñera. Obtuvo un 7,93%. Al año siguiente, en junio, fundó su propia tienda, el Partido Republicano.
“Kast es el representante de dos tradiciones políticas nuevas en el Gobierno de Chile: una el gremialismo, de la Universidad Católica, fundado por Jaime Guzmán, y otro el Partido Republicano, fundado por él”, comenta a Bío Bío el historiador Alejandro San Francisco.
Con el estallido social, Kast se posicionó como una de las figuras más críticas del proceso constitucional. Tras haber perdido en segunda vuelta en 2021 contra Gabriel Boric, al año siguiente apareció como uno de los principales líderes del rechazo al proyecto constitucional.
La victoria de esa opción, por 62% versus 38% del Apruebo, es una de las votaciones que hoy miran los analistas como la que cambió el mapa político de Chile.
“El eje cambió, ya no es derecha e izquierda a partir de Pinochet, sino distintos modelos de cambio de salida de la crisis del país, a partir de lo que se planteó en la Constituyente y en el plebiscito de salida”, plantea el analista Hugo Herrera, profesor de Filosofía del Derecho de la Universidad Diego Portales.
¿El retiro del piñerismo?
En la derecha el resultado de la elección representa un cambio de ciclo. Durante años Kast representó una derecha más conservadora y ligada al pinochetismo en comparación con la opción más liberal de Piñera. Pero luego de haber apoyado en primera vuelta a Evelyn Matthei, la familia del fallecido mandatario respaldó sin condiciones a Kast.
“Indudablemente, como dice José Antonio, hay diferencias. (…) Pero indudablemente la columna vertebral es lo importante y aquí se está jugando algo fundamental para nuestro país, que es el modelo que nosotros queremos para futuro”, comentó Cecilia Morel cuando lo recibió en su casa de San Damián.
Este domingo obtuvo un triunfo más holgado que los de Piñera -sus victorias frente a Eduardo Frei y Alejandro Guillier fueron por tres y 11 puntos, lejos de los 16 de Kast frente a Jara-.
Además, en la elección del mes pasado el Partido Republicano se convirtió en la bancada más grande del Congreso, con 31 diputados. La UDI y Renovación Nacional quedaron con 18 y 13 diputados respectivamente.
Juegos de poder
“Es una derrota del piñerismo en parte por lo ocurrido con Evópoli [su desaparición por baja votación], y también porque Kast plantea un discurso que me parece más político y más amplio, o al menos que da espacio para que lo sea, ya que se construye a partir de una multiplicidad de derechas”, argumenta Hugo Herrera.
Por su parte, Carlos Correa Bau, no lo ve como una derrota del piñerismo, sino de Chile Vamos. El analista añade que, desde su punto de vista, Kast ganó porque supo capitalizar “tanto el rechazo al gobierno como la necesidad de orden que manifiestan las personas, así como también la demanda por un Estado más eficiente”.
Tras la victoria, ahora comienza una nueva etapa: la búsqueda por nombres que ocupen ministerios, secretarías regionales, delegaciones presidenciales, entre otras reparticiones. En el comando de Kast saben que no tienen el “músculo” necesario para copar todos los cargos. De ahí que todo apunta a que deberán recurrir a Chile Vamos. “Será un gabinete transversal”, aseguran cercanos a Kast.
Uno de los que suena con más fuerza es Claudio Alvarado. El exministro de la Secretaría General de la Presidencia ha estado desde el día uno en el comando del abanderado republicano. La idea —sostienen algunos consultados— es que asuma en Interior. A él, además, hay que sumar otros nombres propios. El más importante, quizá, es el de Johannes Kaiser, quien se puso a disposición de Kast apenas perdió en la primera vuelta. “Hay que tener cuidado con lo que uno desea porque puede obtenerlo”, bromeó esta mañana Kaiser cuando fue consultado por una eventual designación. A ellos se suman representantes de Amarillos, Demócratas y del Partido Social Cristiano.
Sea como sea, se espera que este lunes Kast comience las reuniones a primera hora para definir los lineamientos de su futuro gobierno. También tiene contemplada una cita a las 11:30 horas con el Presidente Gabriel Boric.
Esta noche Kast celebrará la victoria con sus cercanos en un restaurant de Vitacura.