Básicamente la idea era socializar los cambios, convencer que habría más estabilidad junto a los ministerios, luego lograr que los directorios de las fundaciones cambiaran los estatutos y finalmente cristalizar la separación con la figura de la primera dama vía ley. "Se pueden tomar más decisiones al respecto, cerrar más la puerta. De hecho ya me han llegado propuestas de eso. Creo que es interesante obviamente pensarlo", dijo la cientista social este viernes, en su último día en el rol de coordinadora sociocultural en el gobierno de su pareja, el presidente Gabriel Boric.

Este viernes es el último día de Irina Karamanos en la Coordinación Sociocultural de la Presidencia, unidad que se cierra oficialmente mañana.

Aunque en la campaña dijo no querer el rol, luego lo aceptó pero para reformularlo. Y eso hizo, en menos de un año.

En Chile tradicionalmente una primera dama asumía una oficina en La Moneda y quedaba a cargo de seis fundaciones: Integra, Prodemu, Todo Chilenter, Tiempos Nuevos (MIM), Artesanías de Chile y Orquestas Juveniles e Infantiles (FOJI).

Hasta ayer, esta última era la única que seguía discutiendo los cambios en sus estatutos para separarse definitivamente de una figura no electa por la ciudadanía, a diferencia de su pareja.

Y por los estatutos pasa la principal base del cambio introducido: tras meses de trabajo, diálogos y planificación, el gobierno de Gabriel Boric logró convencer a estas instancias que alejarse de la primera dama para acercarse a los ministerios sectoriales era una mejor opción y un camino de más estabilidad.

“Esta fluctuación de primeras damas o Gobiernos y la orientación que le va a dar cada uno de ellos a esa conducción es diversa, entonces para las personas dentro de esas fundaciones estas fluctuaciones son grandes y eso nos preocupó al principio, que nos contaban que era empezar de nuevo cada vez”, dijo hoy Irina Karamanos en entrevista con Radio Sonar.

El plan de Irina Karamanos para que no haya una vuelta en U con la primera dama

Consultada sobre si, pese a las modificaciones introducidas, existe alguna posibilidad de retorno al rol tradicional de la primera dama, Irina Karamanos apuntó a los pasos a seguir para que eso no pase.

“Con este año acabamos de poner todos los cimientos para evitar eso, pero podrían ser más”, zanjó.

“Se pueden tomar más decisiones al respecto, cerrar más la puerta. De hecho ya me han llegado propuestas de eso. Creo que es interesante obviamente pensarlo. Lo primero es modificar los estatutos, como Gobierno hay un compromiso de afirmar eso por ley, permitiendo que cambios se asienten”, agregó.

“Por eso primero los estatutos, porque si hubiera algo que modificar nuevamente en eso que lo hagan los directorios en su momento. Pero si todo anda bien la idea es poder afirmarlo por ley para justamente garantizar esa estabilidad de su vinculación estratégica con los ministerios”, complementó.

No obstante, la cientista social aclaró que no es su intención prohibir que alguna futura primera dama pueda tener protagonismo o exposición.

“No me atrevería a pensar que mis ideas son las únicas, la regla (…) Me puse al servicio de hacer este cambio con responsabilidad, de manera paulatina, pero no podría prescribirle a alguien cómo es que debiera hablar o no en público”, explicó.

“Lo que estamos tratando de hacer es que no haya incidencia en la institucionalidad a propósito de valores democráticos. Esta figura no es electa, nadie elige a su pareja pensando que algún día va a ser autoridad, tener una oficina, acompañar a la pareja al trabajo, todo este tipo de símbolos son complejos cuando uno se pone a pensar cómo se toman las decisiones”, profundizó.

En la entrevista Karamanos también ratificó que conversó con exprimeras damas en este proceso, en las cuales sintió que, en sus respectivos tiempos en el rol, igualmente se cuestionaron su legitimidad.

Martín Pradenas

Karamanos también fue consultada por su impresión de la nulidad de la condena de Martín Pradenas en el caso de Antonia Barra, decisión gatillada por falta de imparcialidad en uno de los jueces.

“Es decepcionante, sin duda”, comenzó.

“Pero creo que la pregunta de fondo tiene que ver mucho con cómo es que como sociedad hemos logrado asumir como propios ciertos problemas o violencias y cómo vamos a reaccionar para acabar con ellas”, sostuvo.

“Tenemos que seguir avanzando en términos de involucrarnos como sociedad en conjunto y no delegar esas luchas en quienes sufren de violencia”, pidió.

“Creo que el cambio social depende un poco de eso, de cuál va a ser nuestro posicionamiento”, cerró.