Este mes deberán rendir las pruebas Simce los estudiantes de cuarto básico y segundo medio, cuyos resultados, según adelantó el ministro de Educación, “probablemente no dejarán satisfecho a nadie”.

Luego de 3 años de interrupción producto del estallido social y la pandemia, volverán a aplicarse en el sistema escolar las pruebas Simce. Evaluación estandarizada que el ministerio de Educación no tenía contemplada realizar este año y que fue incorporada a solicitud del Consejo Nacional de Educación.

El próximo 16 y 17 de noviembre será el turno de los cuartos básicos, mientras que el 23 y 24 del mismo mes la rendirán los segundos medios, tanto en lenguaje como en matemática.

Sobre el tema, el ministro de Educación, Marco Antonio Ávila, sostuvo que “probablemente los resultados no van a dejar satisfecho a nadie”, considerando que las pruebas estandarizadas aplicadas en el hemisferio norte no presentan los mejores resultados.

Además, señaló que según los datos generales que se manejan en el ministerio de Educación, se constata la tendencia a la baja en asignaturas como lenguaje y matemática.

Si bien un número importante de colegios están aplicando el Diagnóstico Integral de Aprendizajes, el ministro de Educación señaló que éstos resultados “no son publicables, por el hecho que no existe un sistema de comparación por establecimiento, como tradicionalmente se hace con las evaluaciones a gran escala”.

Sin embargo, agregó que “cada escuela conoce los resultados tanto de la prueba inicial, intermedia y final – evaluaciones que sí son comparables – y que permiten saber cuáles es el nivel de logro de cada estudiante” y generar internamente las estrategias remediales.

En este ámbito, el ministro Ávila destacó el programa de tutorías que mantienen con más de 30 universidades y que tiene como objetivo que estudiantes de pedagogía apoyen y nivelen los aprendizajes de cerca de 7 mil alumnos, en 191 establecimientos del país.

Desde el Mineduc explicaron que el programa cuenta con mil 500 tutores y son los colegios los encargados de seleccionar a las y los alumnos que presentan los mayores retrasos de aprendizaje, tanto a nivel de conocimientos como de habilidades socioafectivas.