Este lunes el exministro de Defensa, Mario Desbordes —ahora precandidato presidencial por Renovación Nacional— fue entrevistado en Expreso Bío Bío, oportunidad donde vertió su opinión respecto a diferentes aristas de cara a las presidenciales y al proceso constituyente.

En ese sentido, y consultado sobre el rol que debiera jugar el próximo presidente de Chile, señaló que a éste le tocará un escenario “complejo porque la pandemia va a seguir presente. Esto de que nos vamos a vacunar y terminó todo es un error. Lo segundo es que vamos a estar ojalá saliendo de una crisis económica tremenda”.

“Buena parte de nuestros socios comerciales no van a estar aún saliendo de la pandemia (…), la situación económica con millones de desempleados va a estar todavía bastante complicada”, sostuvo.

Proceso constituyente

En relación a la Convención Constitucional, Desbordes aseguró que será el gran tema del 2022: “El 2022 va a estar sesionando la Constituyente, por primera vez un órgano electo 100% por los ciudadanos redactando una nueva Constitución”.

“Ahí es donde necesitamos un presidente o presidenta que tenga capacidad de dialogar, de ayudar en el proceso, no a conducirlo, porque esto tiene que tener autonomía total del órgano constituyente, no puede el gobierno de turno pretender conducir o liderar esto, no corresponde, pero sí le va a tocar un rol articulador, de colaborador, facilitador, y en eso tiene que haber una persona que tenga la muñeca como para poder satisfacer una serie de demandas”, aseguró.

Consultado sobre si las campañas presidenciales deberían prescindir de definiciones en materia constitucional, Desbordes declaró: “Yo creo que tenemos que sincerar posiciones cada uno. Quiénes están dispuestos, abiertos al diálogo, y algunos que van a querer bloquear todo en esta Constituyente porque quieren mantener hasta la última coma de la actual Constitución —incluso volver atrás a la Constitución original del 80— y otros que dicen ‘mire este proceso a mi no me parece, yo quiero otro modelo completamente distinto, y por lo tanto, si no me dan el todo, no voy a aprobar nada"”.

En relación a la articulación que debe hacer el próximo presidente sobre el proceso constituyente, y a lo que el mismo Desbordes está dispuesto, indicó: “Yo creo que muchas cosas de la actual Constitución, que es la del 2005 —la del presidente Lagos— habría que mantenerlas, pero hay que hacer cambios importantes”.

“Tiene que haber un cierto resguardo, por ejemplo, la autonomía del Banco Central, pero la ciudadanía tiene derecho cuando elige un gobierno a poder hacer algunos giros”, sostuvo.

Sobre lo mismo, agregó: “Yo creo que hay que mantener la iniciativa del Gobierno en materia de gasto público, porque de lo contrario los parlamentarios con la billetera en la mano pueden hacer lo que quieran, pero eso no significa que los parlamentarios no puedan meterse en el tema de pensión por ejemplo”.

“Cómo va a ser posible que solo el Ejecutivo pueda provocar una reforma, quizás una reforma con un quórum un poquito más alto que el 50% razonable, no me gustan los altos quórum porque tampoco siento que respeten lo que es la democracia, pero sí tiene que en algunos casos haber un poquito más de quórum”, abundó.

Estado subsidiario

Consultado sobre la subsidiariedad que se encuentra implícita en la actual Carta Magna, Desbordes señaló: “La subsidiaridad como está planteada en nuestra Constitución, aunque no la señala, no la define, pero por dios que marca el texto constitucional, que es tan negativa la lógica del texto y de todas las normas complementarias”.

Sobre la intervención del Estado, el exministro ejemplificó con la inyección estatal que año a año se le debe hacer a Transantiago, en ese sentido, mencionó: “Ahí hay un ejemplo en donde yo no veo porque no podemos tener la discusión de que el Estado debiera tener un rol mayor y así en otras áreas”, comparándolo con el Metro, que relativamente funciona de una mejor manera, siendo una empresa del Estado.

Educación

A continuación, se le preguntó sobre materia educacional, oportunidad en que declaró: “Yo no tengo nada contra la buena educación en los buenos colegios, no es que uno quiera nivelar para abajo, quitarle los patines, pero evidentemente algo está pasando en donde no hay cancha pareja, no hay igualdad de oportunidades”.

“Yo no soy estatista en el sentido de: ‘mire, no quiero nada de educación privada, quiero solo educación pública’. No, no me parece, pero sí lo que hay que hacer es que la educación pública no tenga nada que envidiarle a la educación privada. Ese es el punto de partida para una sociedad sana”, sostuvo.

Asimismo, añadió que “la educación pública es un elemento de cohesión social, es un elemento de promoción social fundamental que tenemos que reforzar, yo no sé si con la desmunipalización. Yo tiendo a pensar que era mejor que estuvieran a cargo de un alcalde, un concejal a quien uno le podía por último ir a exigir”.

“Estoy de acuerdo con los liceos bicentenarios, pero establecer 300 o 400 y todavía quedan mil que se van quedando atrás… entonces hay que avanzar en los liceos bicentenarios, sí, pero en paralelo tenemos que hacer que todos tengan el estándar de un liceo bicentenario”, explicó.

Finalmente, afirmó que no se puede “reproducir un modelo en donde hay un grupo de liceos públicos que son los buenos y todo el resto de la educación pública está atrás, entonces lo que hay que hacer es modernizar la educación pública”.

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