La tarde de este jueves, con 41 votos a favor y ninguno en contra, el Senado dio luz verde a la nominación por parte del presidente Sebastián Piñera de Adelita Ravanales Arriagada para conformar la Corte Suprema.

Tras conocer la noticia, el ministro de Justicia, Hernán Larraín, dijo que como Gobierno valoran “este hecho de un nombramiento unánime para aprobar a una mujer cuyas credenciales son simples, pero destacables”.

“Es una gran jueza y eso ayuda a que, a través del diálogo en un momento con muchos conflictos y divisiones en nuestro país, se logre unanimidad para tener a esta gran jueza como la próxima ministra de la Corte Suprema”, añadió.

Sumado a ello, Larraín destacó que con esta confirmación se da un paso más en la tarea de llevar la igualdad de género a las más altas instituciones del Estado: con su llegada al máximo tribunal, la Corte tendrá ocho mujeres y once hombres.

En esa misma línea, recordó que la segunda administración de Piñera ha logrado rellenar cinco plazas de la Suprema, tres de las cuales fueron mujeres.

Con el fin de este proceso, que tuvo como impasse la caída de la nominación del juez Raúl Mera, Larraín confirmó que se está en condiciones para comenzar a buscar un nuevo supremo y así suplir la vacante que dejó en marzo el ex ministro Lamberto Cisternas, días antes de cumplir 75 años, tras 37 años en el Poder Judicial.