Aunque ya es de público conocimiento la intervención de EEUU a través de la CIA tanto en la elección que llevó a Salvador Allende al poder en 1970, como en el posterior proceso de desestabilización que llevó al golpe de Estado de 1973, existe un actor menos conocido pero igualmente importante. Tanto, que a través de sus servicios secretos, intervino dos de nuestras elecciones presidenciales.

Se trata del Reino Unido, que a instancias de Estados Unidos y en plena Guerra Fría, se unió a los esfuerzos por evitar el avance del comunismo y la creciente influencia de la Unión Soviética en América Latina. Curiosamente, estas acciones se realizaron no bajo un gobierno conservador, sino con el respaldo del laborista Harold Wilson, quien fue primer ministro entre 1964 y 1970, y a quien sus detractores incluso lo tildaban despectivamente como “socialista”.

Según revela el sitio especializado Declassified UK, en los últimos días surgieron una serie de cables secretos que demuestran cómo el Departamento de Investigación de Información (IRD) británico, trabajó con la CIA para intervenir en las elecciones presidenciales chilenas de 1964 y 1970, con el propósito de impedir “a toda costa” que Allende saliera electo.

En un documento del ministerio de Relaciones Exteriores de Reino Unido -la Foreign Office– fechado en 1964, se detalla que “América Latina es un área vital de la Guerra Fría y detener el establecimiento del comunismo aquí es tan importante para los intereses nacionales británicos como negociar acuerdos comerciales y aumentar las exportaciones”.

De igual forma, establece que EEUU se muestra “ansioso porque el Reino Unido haga todo lo posible en el campo de la propaganda en Latinoamérica”.

Fue así como se formó el Grupo de Trabajo Antisubversivo, dependiente del gabinete del Primer Ministro (Cabinet Office), el cual ofició al IRD advirtiéndole que era “de la mayor importancia evitar que la extrema izquierda triunfara en Chile, tanto ahora (en esta elección) como en las posteriores”.

“Cualquiera menos Allende”

Las acciones de IRD se hicieron sentir en la forma de propaganda encubierta a favor de Frei Montalva en los meses previos a la elección. Elizabeth Allott, una de las principales funcionarias de la agencia, escribió poco después de anunciarse la victoria del candidato demócratacristiano que la unidad había centrado su trabajo en “la distribución de nuestro material más relevante a nuestros contactos de mayor confianza, así como lograr artículos de prensa críticos de Allende y favorables a Frei”.

Muchas de estas acciones se llevaron a cabo junto a la CIA, y aunque los agentes de la IRD advirtieron a sus pares estadounidenses que estaban “posiblemente llevando a un limite muy extremo” en su propaganda anticomunista, de todas formas les hicieron llegar un listado de periodistas chilenos que serían “proclives” a escribir material contra Allende y favorable a Frei.

Allott además reconoce haber propuesto una SPA (Acción Política Especial) conjunta a Estados Unidos, para lograr dividir el voto de la izquierda. Estas acciones conjuntas se mantuvieron, al menos, hasta marzo de 1973.

Recordemos que en la elección de 1964, Frei Montalva triunfó con el 56% de los votos, relegando a Allende al 38.9% de las preferencias, y el candidato del Partido Radical, Julio Durán, con el 4.9% de los sufragios.

Para los agentes británicos, aquel resultado fue un hito en su funcionamiento.

“En Chile ciertamente tenemos una oportunidad única. Si creemos que nuestro trabajo en América Latina es importante, entonces existen pocos lugares como este donde podamos sacar mayor partido a nuestros recursos y donde podamos poner a prueba nuestros efectos, tanto negativos como constructivos”, concluye Allott.

Las buenas relaciones de Frei con el gobierno británico quedarían en evidencia durante su gobierno, con la visita de la Reina Isabel II que se extendió por una semana en 1968, la única que un monarca de Buckingham en ejercicio ha realizado a Chile hasta la fecha. Incluso, la jefa de Estado dejó como regalo a Frei Montalva el elegante Ford Galaxie 500 XL que aún sigue siendo usado como transporte presidencial en ocasiones de gala, y para acompañar a visitas de alto nivel.

Ironías de la vida: en aquel vehículo también viajaría Fidel Castro, una vez que Allende logró llegar al poder.

Fidel Castro y Salvador Allende en Chile
TeleSur

Entrenando militares chilenos para acciones “antisubversivas”

Pero el triunfalismo del IRD no duraría mucho tiempo. Pese a las reformas implementadas por Frei, la coalición formada por la Unidad Popular ganó cada vez más fuerza y Allende se perfilaba como el próximo mandatario, frente a las divididas aguas del conservador Jorge Alessandri y el falangista Radomiro Tomic.

Esto provocó que la acción de los británicos se intensificara. “Chile está en la primera línea en cuanto al comunismo en Sudamérica se refiere”, detalla un memo del IRD en 1969, revelando que el organismo desplegó un agente de campo especializado cuya única misión era frustrar la victoria de Allende.

El 13 de julio de 1970, cuando sólo restaban unas semanas para las elecciones, Elizabeth Allott contactó al embajador en Chile, David Hildyard, para informarle que sus acciones se habían concentrado en evitar que la alianza de extrema izquierda llegara al poder, así como en apoyar a “organizaciones de utilidad que probablemente continuarán existiendo, independiente de lo que ocurra en la elección”.

“Nuestro agente de campo del IRD tiene contactos muy cercanos con funcionarios especializados en el Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile, así como en ciertas organizaciones estudiantiles. Al igual que en otros lugares de Latinoamérica, nosotros podemos llegar a sitios que están fuera del alcance de los estadounidenses”, detalla Allott.

La alta funcionaria también propuso al jefe del IRD, Kenneth Crook, que el Reino Unido entrenara a los militares chilenos en tácticas “antisubversivas”. Allott puso como referencia que ya habían realizado esta misma labor con los militares brasileños que dieron un golpe de Estado en 1964 y mantuvieron una dictadura hasta 1985, entrenamiento que, como se revelaría más tarde, incorporaba técnicas de tortura.

Puedes ver el artículo completo (en inglés) en Declassified UK.