El exmiembro del Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR), Mauricio Hernández Normabuena, presentó un recurso de amparo ante la Justicia debido a las condiciones del lugar donde está cumpliendo su condena, la Cárcel de Alta Seguridad de Santiago (CAS).

De acuerdo a la defensa del también llamado “comandante Ramiro”, Alberto Espinoza, el régimen carcelario es “inhumano y degradante”, en el cual, debido a sus antecedentes, debe ser vigilado por un gendarme las 24 horas del día.

En concreto, la acción legal se materializó producto que el condenado pasa sus días en una celda de tres metros de largo por dos de ancho, aproximadamente, con escasa luz natural y con condiciones de ventilación precarias.

A ello se suma el hecho que tiene salida al patio del lugar solo por una hora y media.

El hombre se encuentra en este recinto penal de capital desde el 20 de agosto luego de su extradición desde Brasil, donde purga dos penas de 15 años por el crimen de Jaime Guzmán y el secuestro de Cristián Edwards.

“Ramiro” fue uno de los cuatro integrantes del FPMR que escaparon desde este mismo recinto carcelario a bordo de un helicóptero el 30 de diciembre de 1996, hace exactos 23 años, una operación que pasó a la historia como “Vuelo de Justicia”.

Hace algunas semanas, Hernández Normabuena hizo noticia por uno de los guardias que lo custodia al interior de la CAS.

En detalle, el gendarme en cuestión fue revisado mientras se dirigía a la celda de exfrentista, procedimiento en el cual lo sorprendieron portando tres cajas de Sildenafilo (viagra), tres cargadores y un teléfono celular.

Según consignó La Tercera, el hecho ocurrió la mañana del miércoles 4 de diciembre y esa iba a ser la segunda vez que el funcionario cumpliría la labor de vigilar a Hernández Norambuena, caso por el cual fue dado de baja.