El ataque que recibió la expresidenta, Michelle Bachelet, por parte de Jair Bolsonaro encontró férrea respuesta en la oposición chilena, desde donde tildaron de dictador al mandatario brasileño.

Temprano este miércoles el ultraderechista embistió a la alta comisionada para los Derechos Humanos de la ONU, acusándola de entrometerse en asuntos internos de Brasil.

“También dice que Brasil pierde espacio democrático, pero olvida que su país no es como Cuba gracias a quienes tuvieron el coraje de detener a la izquierda en 1973, entre esos comunistas estaba su padre militar”, dijo Bolsonaro en referencia a la dictadura militar de Augusto Pinochet.

Al respecto, el presidente del Senado, el PPD Jaime Quintana, exigió el pronunciamiento del Gobierno chileno para que defienda los intereses de nuestro país.

“Son declaraciones tremendamente agravantes, no sólo para la presidenta sino para la memoria de los chilenos, este es un tema sensible en Chile, nos parece que el presidente Bolsonaro, cada cierto tiempo, está acostumbrando a la región y al mundo a este tipo de declaraciones”, partió señalando Quintana.

“Estamos frente a una persona que es un dictador vestido de demócrata”, indicó también el senador, agregando que el presidente Piñera debería tener “empatía y claridad” para defender los intereses chilenos.

El presidente de la Cámara de diputados, Iván Flores, también se manifestó en esta dirección, sosteniendo que sus declaraciones “no solamente son temerarias, sino que agreden a Chile”, recordando que no es la primera vez que pasa, apuntando a la ocasión en que el jefe de gabinete también se manifestó alabando la dictadura de Pinochet.

Acusó en este sentido a Bolsonaro de intentar “distraer la atención de los enormes problemas que tiene Brasil producto de la pérdida de la democracia”, y de los riesgos que la población está viendo hacia sus Derechos Humanos.

En paralelo, el senador socialista, José Miguel Insulza, aseguró que Bolsonaro “ha demostrado una capacidad de insultar a la gente absolutamente impresionante”, añadiendo que “es una vergüenza para la región”.

Por su parte, la diputada comunista, Carmen Hertz, manifestó que rechazan de plano los “dichos injuriosos y vulgares” de Bolsonaro.

“Es una vergüenza, es intolerable… la Cancillería debería hacer un reclamo, se trata de injurias que son inaceptables. Exigimos que la Cancillería haga una nota de protesta al menos o llame al embajador de Brasil y lo cite para hacer presente la molestia por los dichos de un individuo ha lindado en el agravio, en la ofensa y en la vulgaridad”.

Al mismo tiempo, la diputada Emilia Nuyado, presidenta de la Comisión de Derechos Humanos, expresó que realizarán una solicitud formal a Cancillería para que se pronuncie respecto de las palabras de Bolsonaro, que a su juicio, dañan la memoria histórica del país.

En la misma línea, el diputado socialista y exministro de Bachelet, Marcelo Díaz, defendió el informe que evidenció problemas en materias de Derechos Humanos en Brasil.

Tras lo anterior, pidió al canciller, Teodoro Ribera, respaldar públicamente el informe de Bachelet por la situación en Brasil, tal como ocurrió con el que se hizo por la crisis en Venezuela.

Por su parte, el jefe de bancada de la Democracia Cristiana, Gabriel Ascencio, dijo que no le sorprenden las declaraciones de Jair Bolsonaro, apuntando que se trata de una persona “disminuida” emocional y mentalmente.

Emplazó también al presidente Piñera a defender a la expresidenta Bachelet, asegurando que en casos como este no tiene derecho a callar.