El martes, La Moneda presentó el narcotest, examen para detectar la presencia de drogas en los conductores y que empezará a aplicarse a partir de la medianoche de este jueves.

La iniciativa fue cuestionada por especialistas que advirtieron que el test tiene altas probabilidades de identificar “falsos positivos”, es decir, personas que no necesariamente consumieron drogas pero que igualmente el examen arrojará resultados afirmativos.

La razón sería la composición de algunos fármacos de origen psiquiátricos, derivados de la antefamina, o de medicina paliativa que utiliza derivados de los opoides. Incluso el ibuprofeno, como señaló el secretario nacional del Colegio Médico, el médico José Miguel Bernucci.

El Gobierno defendió la medida, pese a reconocer la probabilidad de esos falsos positivos.

El director del Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas y Alcohol (Senda), Carlos Charme, dijo de todas formas que las posibilidades “son menores”.

El director aseguró que para evitar someter a un proceso con000 los falsos positivos es que además del narcotest se aplicarán otros tres exámenes: el visual que realiza un carabinero a las condiciones físicas del conductor, el médico por parte de un médico del Senda y por último un examen de sangre.

El director ejecutivo de la Fundación Chile 21 y exjefe de seguridad pública de la Subsecretaría del Interior, Eduardo Vergara, cuestionó que la propuesta no establezca parámetros para determinar si una persona está o no en condiciones de conducir.

Las drogas que detectará este narcotest son la cocaína -tanto el clorhidrato como la pasta base- el opio, la marihuana y la metanfetamina o anfetamina.

“Esto no es chiste”, dijo la ministra de Transportes, Gloria Hutt, respaldando la aplicación del examen.

Una vez que se ratifique la presencia de droga en el conductor, éste será formalizado arriesgando presidio de hasta diez años en el caso de producir lesiones graves, gravísimas o la 000muerte, sumado a suspensión o cancelación de la licencia.