Tras la aprobación del proyecto de ley que establece un sistema de garantías de los derechos de la niñez, se difundieron ciertas interpretaciones de la normativa que han confundido a los padres, como que a partir de ahora verán restringido su acceso a las redes sociales de los niños o que el cuerpo legal colisiona con la ley de aborto que se discute en el Senado.

Lo anterior, debido a que el proyecto recalca que “todo niño tiene derecho a desarrollar su vida privada, a gozar de intimidad y a mantener comunicaciones sin injerencias arbitrarias o ilegales y los padres deben respetar este derecho, promover y orientar su ejercicio, y protegerlos de cualquier quebrantamiento ilícito de su intimidad”.

Por tanto, según la visión de José Antonio Kast (exUDI), el único parlamentario que votó contra el proyecto aprobado el martes 2 de mayo, dicho aspecto busca “destruir la familia chilena”.

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Y es que la iniciativa tiene entre sus artículos el concepto de “autonomía progresiva”, lo cual es considerado por parlamentarios de derecha como una forma de limitar el actuar de los padres.

Debido a la confusión que se ha generado es que el ministro de Desarrollo Social, Marcos Barraza, explicó en entrevista a Radio Bío Bío que el diputado Kast “establece una falsa disputa entre niños y padres y eso claramente lo que busca es confundir a la ciudadanía, que está demandando políticas públicas con enfoque de derecho“.

“Es una intencionada mala comprensión de un cuerpo normativo que busca materializar un dato realidad. Un niño de cinco años tiene menos facultades cognitivas afectivas y sociales para tomar decisiones que un niño de 17 años”, agregó.

La autonomía progresiva en realidad es un término utilizado por los tribunales de familia en las disputas sobre el cuidado de los hijos, ya que refleja las capacidades distintas de los niños dependiente de su edad.

En concreto, explicó Barraza, en una disputa familiar sobre la custodia de un niño, será más incidente la opinión de un chico de 15 años que la que declare un menor de 5 años, en la primera infancia, frente al respectivo tribunal.

“Un niño, conforme crece, van evolucionando sus capacidades. Y la normativa tiene que ser capaz de recoger eso. No recogerlo sería no dar cuenta de la realidad y la evolución de un niño”

De hecho, el artículo 7 establece en el segundo párrafo que los padres o representantes legales deberán prestarle la orientación y el apoyo en el ejercicio de sus derechos. “Hablamos de autonomía progresiva con orientación de los padres”, afirmó Barraza.

Protección prenatal

Por otra parte, los diputados de derecha y la DC incorporaron 3 artículos que consideran la protección y el desarrollo intrauterino, además del maltrato prenatal.

Lo anterior, pese a que no están presentes en la convención de derechos del niño, ya que esta entiende como menor a todo niño nacido.

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Si bien dichos artículos fueron aprobados en su tramitación en la Cámara de Diputados, el Ejecutivo espera precisar en su segunda trámite en el Senado un artículo que efectivamente resguarde el ejercicio de la maternidad, pero sin que esta ley colisione con el proyecto que se está legislando para permitir la interrupción del embarazo en 3 causales.

“Queremos compatibilizar la protección de la maternidad con la Ley de Garantías”, aseguró Barraza.