Los partidos oficialistas cuestionaron el balance realizado por el Servel y llamaron a la instancia a evitar un debate artificial.

El futuro de las primarias depende de las cifras de refichaje, bajas según el balance del Servicio Electoral. El presidente de los comunistas, Guillermo Teillier, dijo que no son seis mil, sino que 23 mil las fichas de su partido.

El presidente del PPD, Gonzalo Navarrete, reclamó que en su caso no son 5 mil 876, sino que más de 12 mil. Acusó al Servel de instalar un debate artificial: “El Servel debería limitarse a la interpretación legal y a lo que es su trabajo técnico”, expresó Navarrete.

Puede haber diferencias en los números”, dijo el presidente del consejo directivo de la instancia, Patricio Santamaría, quien dijo que aún hay tiempo pero que el Servel se seguirá apegado a la ley.

Según sus cifras, el único partido que, por ahora, cumpliría desahogado la cuota es el Partido Socialista con más de 25 mil fichas.

Elecciones primarias

Guillier le pegó un portazo a la opción de ir directo a la primera vuelta, en caso de que fracasen las primarias de la Nueva Mayoría, en un camino pedregoso por las cifras de refichaje: “No tendría sentido, ¿a qué voy a ir a postular solo?”, se preguntó el candidato. “Nadie te asegura después la gobernabilidad si no tienes equipo, la coalición de los partidos es necesaria”, acotó.

Aunque no fue tan explícito como el senador, el expresidente Ricardo Lagos compartió la idea. “Tiene que haber primarias”, dijo. “El propósito de la elección es la disputa de ideas y propuestas para avanzar en lo que tiene que ser el entendimiento común y básico de la coalición”, añadió.

Más claros fueron en su comando, donde su jefe de campaña, Máximo Pacheco, dijo que “no hay plan B” ni ven mecanismos alternativos.

Presión a Democracia Cristiana

Para varios la advertencia de Guillier fue presión para la Democracia Cristiana, que este sábado tiene su Junta Nacional donde, en todo caso, probablemente no escojan el mecanismo.

La presidenta de la DC y carta presidencial, Carolina Goic, evitó referirse a si se sentía emplazada, pero reiteró la necesidad de rayar la cancha.