Ivanka Danišová, de 30 años, es una mujer que padece de una extraña condición facial que produce que los huesos de su cara no se desarrollen completamente, haciendo que sus oídos, mandíbula y pómulos tengan una forma distinta a la convencional.
Oriunda de la ciudad de Bratislava, Eslovaquia, vivió toda su infancia acomplejada, intentando cubrir la mayor parte de su rostro con el pelo para evitar que la molestaran.
Ella sufre del síndrome de Goldenhar, que impidió que sus huesos craneales se desarrollaran correctamente. Esto afecta a uno de cada 25 mil bebés, y suele dañar sólo un lado de la cara del paciente.
Su condición está caracterizado por quistes oculares, deformación craneal y problemas en la columna vertebral, cuestiones que le complicaron la vida desde muy pequeña.
Además de todo lo anterior, hace tres años le diagnosticaron leucemia, un tipo de cáncer a la sangre que produce que aumente de sobremanera la cantidad de glóbulos blancos en el torrente.
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“A pesar de muchos obstáculos, siempre me he visto como una niña con visión de futuro y un objetivo en la vida. Nadie ni nada podría estar en mi camino”, dijo Danišová al portal digital Good House Keeping. “Cuanco me diagnosticaron, no me dieron ninguna esperanza, ni siquiera se suponía que debía sobrevivir”, continuó.
En su cuenta de la red social Instagram, lugar donde acumula más de 1.300 seguidores, la mujer publicó una fotografía en el centro asistencial, donde estuvo internada por más de siete días producto de su padecimiento. “Estoy muy contenta, ya que de que este horror que tuvo lugar en el hospital Jiske saco que, al menos, tuve un poco más de tiempo para mí”, afirmó.
“El futuro pertenece a quienes creen en la belleza de sus sueños. Esta semana tengo la tarea de dar los primeros pasos de nuevo, porque los huesos no desarrollados deben ser aceptados otra vez por mi cuerpo (…) Gracias por todas sus bellas palabras, es una sensación indescriptible cuando estás en esto y todos se convierten en parte de mi historia”, escribió.
La mujer ha contado con el apoyo incondicional de su familia, sobre todo de sus hermanas. Ellas “siempre fueron muy estrictas conmigo y no me permiten sentir lástima o rendirme (…) Estoy muy agradecida de mis hermanas para criar a esta valiente Ivanka que no tiene miedo de cualquier persona o cosa”, dijo al medio.
La joven tuvo un agotador camino por pabellones, lo que la llevó a hacerse fuerte e incluso dar charlas sobre cómo llevar esta enfermedad ante personas que también la padecen.
En general, las fotografías que comparte son de la mitad de su rostro, cubriendo con su mano una parte de él para ocultar la deformación facial.
“Me niego a aceptar que esta condición debe seguir siendo un ‘tabú’ en Eslovaquia, y que estos niños son vistos como inaceptable para esta sociedad”, dijo al medio citado.
El doctor Russell Reid, un reconocido cirujano plástico de la Universidad de Medicina de Chicago, podría cambiarle la vida. Esto, puesto que está a la espera de una intervención de reconstrucción.
A pesar de todas las dificultades, la mujer es una de las tantas estudiantes de derecho que hay en Eslovaquia, lo que le entregaría más herramientas para dar esta batalla de lucha. “Va a ser muy difícil este período de vida porque lucho contra la leucemia y con la cirugía”, explicó.
Con todo, finalizó con un claro “me gustaría ganar”.