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Resumen generado con una herramienta de Inteligencia Artificial desarrollada por BioBioChile y revisado por el autor de este artículo.

Seis personas murieron y 22 resultaron heridas en un atentado terrorista contra la sede judicial de Zahedán, en Irán. Tres asaltantes intentaron ingresar al edificio, pero fueron detenidos por las fuerzas de seguridad. Luego, lanzaron una granada que explotó dentro del centro. Posteriormente, los sujetos fueron abatidos. El grupo suní Yeish al Adl reinvidicó el ataque.

Al menos 6 personas murieron y 22 resultaron heridas este sábado tras un atentado terrorista contra la sede judicial de la ciudad de Zahedán, en la provincia de Sistán y Baluchistán, en el sureste de Irán.

La agencia Mizan, del Poder Judicial iraní, confirmó la cifra de fallecidos y detalló que entre las víctimas hay un bebé de un año y una mujer de 60.

La Policía de la provincia de Sistán y Baluchistán informó que tres asaltantes intentaron entrar al edificio a las 8:30 de esta mañana, hora local (5:00 GMT), pero fueron impedidos por las fuerzas de seguridad. Posteriormente, los atacantes lanzaron una granada dentro del centro.

Uno de los hombres armados murió en enfrentamientos en la entrada del edificio, mientras que los otros dos intentaron huir y abrieron fuego contra la gente que estaba en los alrededores del lugar, aunque finalmente fueron abatidos por las fuerzas de seguridad.

Grupo suní reivindica el atentado

El jefe de la justicia provincial, Ali Mavahedi Rad, tildó de “terrorista” el atentado y dijo que los asaltantes llevaban chalecos explosivos.

El ataque fue reivindicado por Yeish al Adl, un grupo suní opuesto al régimen chií de Irán, que busca la independencia de la provincia de Sistán y Baluchistán y actúa en la porosa frontera entre Irán y Pakistán.

El grupo, considerado terrorista por la República Islámica, llevó a cabo el año pasado una serie de ataques coordinados contra cuarteles de la Guardia Revolucionaria y dos comisarías de Policía, en los que murieron al menos una treintena de personas, diez de ellos miembros de las fuerzas de seguridad, en abril de 2024.

La región de Sistán y Baluchistán tiene una población mayoritariamente suní y en ella operan grupos extremistas de esa rama del islam, contrarios al Gobierno chií de Teherán, así como bandas de contrabandistas y narcotraficantes.