Kemal Kiliçdaroglu lidera una gran alianza de oposición que promete destronar al presidente Tayyip Erdogan, con 20 años en el poder y que busca su reelección en las próximas elecciones del 14 de mayo. ¿Quién es el principal opositor y cuáles son sus propuestas para una debilitada Turquía?

El líder socialdemócrata Kemal Kiliçdaroglu es el candidato presidencial de la Alianza Nacional, integrada por seis partidos, que busca gobernar Turquía y promete reducir impuestos, volver a la democracia parlamentaria, la ortodoxia económica y cambios drásticos en la política exterior que incluyen tomar distancia de Rusia.

Kiliçdaroglu es un burócrata nacido en 1948 en la región de Tunceli, en el este de Anatolia y proveniente de una familia aleví, una minoría étnico-religiosa de su país. Estudió economía y finanzas y su primer vínculo con la gestión pública fue como consultor en el Ministerio de Hacienda de Turquía en 1971.

En los años 90 lideró la Agencia de Seguridad Social y una revista financiera lo galardonó como el “burócrata del año”.

El candidato electo de la ‘Mesa de los seis’, un grupo opositor que reúne conservadores, liberales, islamistas, nacionalistas y laicos, convirtió la oposición al oficialismo del Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP) en su bandera desde 2008, denunciando desde entonces casos de corrupción y provocando la ira del poderoso Recep Tayyip Erdogan.

En 2009, Kiliçdaroglu fue candidato en las elecciones municipales de Estambul. Aunque perdió, ganó fama para liderar el Partido Republicano del Pueblo (CHP) en 2010 tras la abrupta salida del presidente del partido Deniz Baykal por un escándalo sexual.

El candidato presidencial turco Kemal Kiliçdaroglu
El candidato presidencial turco Kemal Kiliçdaroglu

Frente a la opinión pública, el político se muestra como un defensor de los valores éticos y una figura anticorrupción, pero el carisma o la oratoria no son sus fuertes.

Uno de los hitos más importantes en su carrera política ocurrió en 2017, cuando caminó de Ankara a Estambul alrededor de 420 kilómetros durante 25 días en la Marcha por la Justicia, que reclamaba la liberación del político y periodista Enis Berberoğlu.

Un sobreviviente de la violencia política

El candidato ‘anti-Erdogan’ suele hablar en voz baja e intenta ganar confianza y cercanía de potenciales votantes con videos caseros al interior de su campaña.

Mientras el controversial Erdogan es acusado de ser un líder autoritario, Kiliçdaroglu es reconocido como un constructor de puentes y ha basado parte de su discurso en la restauración plena de la democracia.

El líder de centro-izquierda adoptó un tono más amable con musulmanes conservadores y con las minorías kurdas. Incluso, es tildado como el “tío democrático”, o el “Gandhi-Kemal”, por su estilo conciliador y pacífico, aunque esto no fue suficiente para resguardar su seguridad.

Con un intento de linchamiento, ataques de la milicia kurda PKK y atentados bomba del grupo EI (Estado Islámico), Kiliçdaroglu es considerado el político turco más agredido físicamente en la historia de ese país. Un “sobreviviente” que emerge como alternativa para los votantes y un desafío a Erdogan.

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Soy candidato a algo más que a ganar unas elecciones
- Kemal Kiliçdaroglu

“Estar en política en Turquía significa vivir con riesgos. Seguiré avanzando sin importar lo que hagan Erdogan y sus aliados. No me pueden desanimar. No me pueden asustar. Le hice una promesa a esta nación”, aseguró Kiliçdaroglu durante un mitin.

“Hoy no estoy aquí como candidato, sino como representante del cambio. Soy candidato a algo más que a ganar unas elecciones”, comentó el líder opositor tras la designación.

“Yo les digo a los jóvenes que pueden criticarme libremente. Me aseguraré de que tengan ese derecho”, agregó.

“Queremos medios de comunicación libres, queremos independencia judicial total. Erdogan no piensa así. A él le gusta el autoritarismo. La diferencia entre nosotros y Erdogan es la misma que entre el blanco y el negro”, comentó el candidato.

Economía, el ‘talón de Aquiles’ de Erdogan

Las encuestas, de dudosa precisión en Turquía, muestran una ligera ventaja de Kiliçdaroglu sobre Erdogan, pero los expertos advierten que el presidente es un ‘viejo zorro’ de la política.

Durante muchos años, las divisiones internas en la oposición ayudaron a Erdogan, de 69 años, a mantenerse en el poder, pero esta vez Kiliçdaroglu representa un bloque sólido de varias fuerzas políticas y sociales inconformes con la gestión del todopoderoso presidente turco.

Kemal Kiliçdaroglu cuenta con el respaldo de una economía frágil y una elevada inflación que ha debilitado la popularidad de Erdogan y muchos abogan por un cambio profundo.

Otro factor es el devastador terremoto de febrero, que mató a más de 50.000 personas y sacó a luz años de negligencia gubernamental.

La Alianza Nacional promete quitar los amplios poderes en manos del presidente. La coalición también quiere restablecer la democracia parlamentaria con controles y equilibrios, así como volver a políticas económicas más convencionales y batallar contra la corrupción.

Un mitin en apoyo al candidato presidencial Kemal Kilicdaroglu
Un mitin en apoyo al candidato presidencial Kemal Kilicdaroglu | France 24

“Estas elecciones pretenden reconstruir Turquía, garantizar que ningún niño se acueste con hambre. Se trata de garantizar la igualdad de género”, expresó Kiliçdaroglu. “Estas elecciones tratan de la reconciliación y no del conflicto. Y estas elecciones son para llevar la democracia a Turquía”, agregó.

Pero Kiliçdaroglu también ha dado margen a críticas, como el 1 de abril cuando tuvo que disculparse por una fotografía donde se ve que pisa una alfombra de oración. Erdogan usó el incidente para presentar a su rival como irrespetuoso con los valores religiosos.

El presidente turco usualmente lo tilda de “elitista” pese a los orígenes humildes de Kiliçdaroglu. También muchos creen que su procedencia aleví podría costarle votos suníes.

Si Erdogan o Kiliçdaroglu no superan el 50% de los votos, se celebraría una segunda vuelta entre los dos principales candidatos el 28 de mayo, un escenario que le imprimiría aún más tensión al ambiente político y social en Turquía.