Irán y seis grandes potencias, incluyendo EEUU, prevén retomar este jueves en Viena las negociaciones para salvar el acuerdo nuclear de 2015.

Lo anterior, en medio de tensiones por el anuncio iraní de aumentar la pureza de su uranio enriquecido hasta el 60% como reacción a un supuesto acto de sabotaje israelí.

El encuentro arranca con un día de retraso tras la decisión iraní de enriquecer uranio hasta niveles cercanos al necesario para fabricar bombas atómicas.

El pasado fin de semana sucedió en la planta de enriquecimiento de Natanz un apagón eléctrico que destruyó centrifugadoras de gas.

Como reacción al incidente Irán anunció en una carta enviada al OIEA, agencia nuclear de la ONU, que enriquecerá uranio.

Además, instalará mil centrifugadoras más modernas, que aumentan las capacidades de Natanz en un estimado 50%.

“Anuncios injustificados”

Francia, Alemania y el Reino Unido consideraron este miércoles “grave” e injustificado estos anuncios.

“Irán no tiene ninguna necesidad civil creíble que justifique tal tasa de enriquecimiento”, señalaron los tres países en un comunicado.

Tanto la instalación de centrifugadoras más modernas como el enriquecimiento por encima del 3,67% está vetado por el acuerdo nuclear conocido como JCPOA.

Alemania, Francia, Reino Unido, China y Rusia están negociando con Irán y EE.UU. sobre el retorno de esos dos países al JCPOA.

La semana pasada se formaron dos grupos de trabajo, uno para analizar cómo y qué sanciones EE.UU. puede desmantelar y otro para ver cómo Irán puede dar marcha atrás a sus violaciones del acuerdo.

El anterior presidente de EE.UU., Donald Trump, había abandonado el JCPOA e impuesto nuevas sanciones, a lo que Irán respondió con una serie de incumplimientos del acuerdo.

El tratado limita el programa nuclear iraní a cambio de alivios económicos y el levantamiento de sanciones, para asegurar que Irán no se haga con armas nucleares.