El Parlamento tenía 60 días para convertir en ley el decreto pero el debate se había atascado en el Senado, debido a una serie de errores en su redacción que han tenido que ser matizadas.

El Parlamento de Italia aprobó hoy la Ley Cutro, que aumentará las penas contra los traficantes de inmigrantes en el mar Mediterráneo y limitará el estatus de “protección especial”.

Se trata de una propuesta del Gobierno tras el naufragio del 26 de febrero frente a las costas de la localidad de Cutro (Calabria, sur) en el que murieron al menos 94 personas.

Tras pasar por el Senado, la Cámara de los Diputados, la otra sede parlamentaria italiana, dio hoy su beneplácito a la “Ley Cutro”, como es conocida, con 179 votos a favor, 11 en contra y tres abstenciones.

Esto supone su aprobación definitiva, recibida con el aplauso de la bancada de la derecha gubernamental.

La norma fue aprobada el pasado 9 de marzo por el Gobierno de la ultraderechista Giorgia Meloni en forma de decreto ley, por lo que era preciso su paso por el Parlamento.

Lo hizo tras un Consejo de Ministros celebrado en la pequeña localidad calabresa de Cutro, en cuyas costas murieron al menos 94 inmigrantes tras naufragar en medio de un fuerte temporal.

Tras el desastre se detuvo a tres supuestos traficantes que trabajan para las organizaciones criminales que se lucran con estos peligrosos viajes a Europa y que normalmente conducen las pateras: un turco y dos paquistaníes, uno de ellos menor de edad.

Implementación de la Ley Cutro en Italia

La ley, en primer lugar, introduce una nueva tipología de delito, el de “muerte y lesiones por el tráfico de inmigrantes clandestinos” con penas de hasta 30 años de cárcel.

En el decreto hay normas dirigidas a simplificar el proceso de expulsión y otras para mejorar los centros de permanencia para la repatriación.

Se suman además instrumentos para intervenir en caso de gestión opaca de los centros de acogida de inmigrantes.

En este sentido, el Gobierno de Meloni restringe la conocida como “protección especial”, una tutela que el ordenamiento de Italia ofrece a los inmigrantes que lleguen y no tengan derecho al asilo o a la protección subsidiaria.

Por eso el Gobierno propuso su aprobación final como una moción, una técnica usada en Italia cuando se quiere acelerar la tramitación de una ley, pues impide las enmiendas, entre otras cosas.

La oposición criticó duramente esta nueva ley por los errores que contenía, entre otras cosas.

“Leyendo el texto del decreto parece que ha sido escrito por un sistema de Inteligencia Artificial al que se le ha escondido la Constitución, una especie de ChatGPT nutrida por las peores noticias falsas que circulan por internet sobre el tema migratorio”, atacó el diputado de +Europa, Riccardo Magi.