Rusia tachó de “ilegal” y “política” la decisión de los países de la ONU de suspender su participación en el Consejo de Derechos Humanos en la ONU.

Rusia tachó hoy de “ilegal” y “política” la decisión de los países de la ONU de suspender su participación en el Consejo de Derechos Humanos, en respuesta a los supuestos “crímenes de guerra” cometidos por tropas rusas en Ucrania.

Rusia ve la resolución como “una medida ilegal y política destinada a castigar expresamente a un Estado miembro soberano de la ONU que sigue una política interior y exterior independiente”, informó el Ministerio de Exteriores ruso en un comunicado.

Moscú considera que el Consejo “ha sido prácticamente monopolizado por un grupo de países que lo utilizan con sus fines coyunturales”.

“La sincera lealtad de Rusia a la defensa y el fomento de los derechos humanos nos impide seguir siendo parte de un mecanismo internacional que se ha convertido en ejecutor de la voluntad de dicho grupo de países”, agrega la nota.

Inmediatamente después de conocerse la noticia, Moscú anunció que abandona inmediatamente ese órgano de Naciones Unidas.

“Nuestra decisión no significa que Rusia renuncie a sus obligaciones internacionales en el campo de la defensa de los derechos humanos”, explicó Guennadi Kuzmín, embajador adjunto ruso ante la ONU.

El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, lamentó la suspensión rusa en el Consejo de Derechos humanos, aunque también añadió que Moscú seguirá defendiendo sus intereses “con todos los medios legales a su disposición”.

A iniciativa de Estados Unidos y sus aliados, la Asamblea General de Naciones Unidas aprobó esta medida con 93 votos a favor, 24 en contra y 58 abstenciones.

Desde que hace dieciséis años se crear el Consejo, con sede en Ginebra, sólo otro país había sido suspendido: la Libia de Muamar el Gadafi, en respuesta a la represión de las protestas de 2011, aunque meses después fue readmitida.

En el caso ruso, Estados Unidos y sus aliados argumentaron que Moscú no puede seguir participando en ese Consejo cuando está “subvirtiendo todos los principios básicos” de la ONU con su invasión de Ucrania y cometiendo supuestas atrocidades contra la población civil.

Aunque se especulaba desde hace tiempo con la posibilidad de excluir a Rusia de dicho órgano, Washington decidió dar el paso tras conocerse la matanza llevada a cabo en la localidad de Bucha, cerca de Kiev, donde las autoridades ucranianas acusan a tropas rusas de matar a cientos de civiles.

El ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, tachó de “montaje” las imágenes con atrocidades supuestamente cometidas en la región de Kiev por el Ejército ruso.

En su opinión, el objetivo de dichas denuncias es torpedear las negociaciones con Ucrania, que el pasado 29 de marzo en Estambul había aceptado casi todas las demandas rusas.

Lavrov denunció hoy que las negociaciones se han torcido después de que Kiev, instigado por EEUU y sus aliados, impusiera nuevas condiciones a Moscú.