Ucrania, que lleva meses a la espera de una inminente invasión rusa, se enfrenta ahora también al agravamiento de las hostilidades en el este del país, el Donbás, donde los separatistas han anunciado la evacuación masiva de la población civil con destino a Rusia.

“La verdad es que se respira tranquilidad”, retrata la chilena Fernanda Aedo, desde la ciudad ucraniana de Lviv, donde este jueves vivió el “Día de la unidad” convocado por el presidente Volodímir Zelenski. Se trató de una jornada de celebración convocada por el gobierno en respuesta a los informes que anticipaban una potencial invasión rusa para ese día, lo que finalmente no sucedió.

Durante dicho día, cuenta Aedo a CNN Chile, “sentí la unidad del ucraniano, estamos todos juntos en ésta y vamos a salir adelante sin importar qué pase”. Tras ello, “hoy día me siento más tranquila, aunque tengo mi mochila preparada en cualquier caso, porque obviamente algo puede pasar”. Comida, pasaporte, ropa, y “algo de dinero” se cuenta entre dichas pertenencias.

Mientras tanto, asegura que “todo sigue como si fuese cualquier otro día, yo sigo trabajando de 9 a 7 de la tarde, si voy al supermercado está todo ahí, no hay desabastecimiento ni nada así”.

“En general la gente está bien confiada en que nada va a pasar”, asegura respecto de una posible invasión. “Mis amigos de Ucrania la verdad es que ellos no lo creen posible, ellos dicen que, bueno, esta situación está hace mucho tiempo, desde el 2014. Entonces no es algo nuevo para ellos. En ese contexto yo creo que ellos ya están acostumbrados a que haya esta zona de conflicto, de que esta relación con Rusia esté pasando constantemente, de que hay algo pasando ahí en el borde, pero nada más allá”.

Asimismo, detalla que más allá del fuerte sentimiento nacionalista ucraniano, ve ejemplos como el de su novio, quien es de Ucrania pero tiene familia en Rusia. “Uno tiene que entender que, no sé si la mayoría de la gente, pero harta gente acá comparte raíces con Rusia, entonces están siempre en contacto”, así que “tampoco es que van a comenzar a odiar Rusia por ese lado”.

En cuanto al temor de que las fuerzas armadas ucranianas tengan que enfrentarse a un ataque ruso generalizado, percibe que “la gente confía bastante en el poder militar de Ucrania”. A contramano, considera que existe “un sentimiento de que la gente está aburrida de que esto pase, de que siempre haya un conflicto con Rusia, entonces están preparados para defender a su país, cueste lo que cueste”.

En este escenario, explica, es su familia en su tierra natal la que muestra más preocupación. Pero ella, como otra treintena de chilenos en Ucrania, ya fueron contactados por las autoridades chilenas que buscaban llevar un registro de quienes estaban en territorio ucraniano. Sin embargo, asegura, no se le indicó ningún plan de acción en caso de que lo peor llegase a ocurrir.